No cabe ninguna duda que Colo Colo está viviendo una crisis deportiva e institucional, porque este viernes surgieron nuevos antecedentes que condenan a Aníbal Mosa al mando del directorio de Blanco y Negro.
Esto porque según publicó el diario La Cuarta, la concesionaria tiene deudas por sobre los 2.000 millones de pesos, situación que tiene contra las cuerdas a Mosa, ya que no sabe de dónde poder sacar los recursos económicos para cubrir esos gastos.
La citada publicación detalla que el fracaso deportivo de Mario Salas y, por ende, su indemnización de 480 millones de pesos; sumado a los 1.200 palos que ordenó la Dirección del Trabajo a cancelar a ByN, correspondientes a las remuneraciones de los jugadores en los meses de abril y mayo, están complicando a la concesionaria.
Pero eso no es todo, porque se deben sumar otros 500 guatones adeudados a ciertos jugadores por los conceptos de derechos de imagen, situación que llevó a un quiebre al interior del camarín, y que obligó a Mosa a anunciar un “bono” para calmar las aguas de 550 millones más.
Por eso motivo, la derrota de Colo Colo en Brasil y la victoria de Jorge Wilstermann quebró al presidente de la consecionaria, ya que avanzar a la siguiente fase de la Copa Libertadores o asegurar el tercer puesto para la Sudamericana ayudaría a aliviar las deudas.
Como dato extra, el mismo medio afirma que Blanco y Negro debe tener 3.000 millones de pesos para pagar la planilla de los jugadores de aquí hasta diciembre, y que la temporada 2019 los Albos terminaron con pérdidas cercanos a los $1.300 millones. En pocas palabras, todo anda mal en Colo Colo.