En 1990, Colo Colo sorprendió a todo el país con su nuevo auspicio. Luego de largos años luciendo Lan Chile en su camiseta, apareció en la cancha con una marca que se transformaría en mítica para toda la hinchada Popular: Lada. Con ella en el pecho, se obtuvo la Copa Libertadores en 1991.

Una historia que los unió de manera prácticamente fortuita, debido a que la compañía automotriz originaria de Rusia empezó a recibir fuertes rumores sobre que la salida del mercado chileno, lo que obviamente podía afectar las ventas. Esto a pesar de haber posicionado muy bien sus modelos Samara, Niva (jeep) y los 2104, 2105, 2106 y 2107, que eran usados como taxi en su mayoría por el bajo precio que costaban.

Por lo mismo Peter Dragicevic, dirigente del Cacique que tenía una concesionaria de automóviles, recibió un llamado que pasaría a la historia. "Le digo al señor Martin Rodin (hijo de Lew, dueño de la marca) que hay una forma muy sencilla de presentar estabilidad en el mercado y esa es que auspicien la camiseta de Colo Colo, ya que ninguna marca que se vaya a ir de Chile tomará un contrato con un club tan popular, sería un contrasentido, por lo que eso le daría solidez a su marca", señaló Peter en La Tercera.

Era cerca de un millón de dólares lo que pidió el dirigente por estar en la camiseta de los albos en ese momento. Colgó el teléfono, se fue a dormir y al otro día recibió el llamado millonario. "Me dice cerrado con Colo Colo. 'Pero yo no voy a rebajar un peso', le comenté. Y me dice que no es problema, que aceptaban lo que había propuesto", agregó sobre esa historia.

Lada Samara, un auto clásico de los que se usaba a principio de los años 90 en nuestro país. Foto: Archivo

Lada Samara, un auto clásico de los que se usaba a principio de los años 90 en nuestro país. Foto: Archivo

De esta manera, y durante tres años, fue que Lada entró para siempre en el corazón de los colocolinos. Una marca que con el pasar del tiempo efectivamente dejó de comercializar autos en nuestro país, sin embargo, hace tres años volvieron al mercado con nuevos modelos.

"Fue muy virtuoso todo lo que pasó. Para ellos fue un éxito absoluto, pero también una gran visión de poder auspiciarnos y para nosotros además fue un tremendo negocio", complementó Dragicevic sobre esa época dorada.