Nicolás Blandi llegó a Colo Colo como el gran precio del último mercado de fichajes. No obstante, no ha tenido meses tranquilos y no sólo por los resultados que no se le dieron al principio, sino porque echaron a su DT, se quedó solo en la cuarentena, se lesionó y lo pasó pésimo con unos fuegos artificiales en el partido ante Universidad Católica

“Llegué hace poco al país y esta era una situación de arrastre. Soy extranjero y llegué hace poco, tampoco me siento con todas las facultades para opinar de un tema tan delicado. No se sentía tanto en la semana, pero si el día de partido caen 20 bombas, no es normal. Uno pierde la concentración, el partido se paraba cada cinco minutos y somos seres humanos, teníamos familia en la tribuna. No está bueno. En los años anteriores no veía esas cosas, más allá de existir o no las barras bravas, se veía un fútbol prolijo, ordenado, es la imagen que se veía afuera. Lo que pasó en los últimos meses está condicionado por una cuestión social que trasciende el fútbol. Uno tiende a pensar que cuando la gente esté más tranquila el fútbol debería volver a ser la fiesta que fue toda la vida. Y que los jugadores podamos ir a hacer nuestro trabajo con tranquilidad”, comentó en diálogo con radio ADN.

Los fuegos detonados en los pies de Nicolás Blandi obligaron a suspender un clásico entre Colo Colo y la UC que ya venía transitando por la cuerda floja por una invasión de personas que sobrepasaron la seguridad.

Los fuegos detonados en los pies de Nicolás Blandi obligaron a suspender un clásico entre Colo Colo y la UC que ya venía transitando por la cuerda floja por una invasión de personas que sobrepasaron la seguridad.

“Es un tema difícil para opinar, realmente no tengo muchas ganas de ahondar en eso. Sí coincido en que no lo tomé como algo personal, como que me quisieron agredir a mí. Como dije anteriormente, antes de esa cayeron 15 o 20 y le pudo pasar a cualquier jugador. Todo lo que sucedió fue motivado por una situación social más que por algo futbolístico o algo relacionado puntualmente con una barra brava o un partido. Sí después del hecho hubo gente que se intentó comunicar conmigo, salieron comunicados, pero necesitaba resguardarme un poco, mantenerme lo más al margen posible. No presté demasiada atención”, abundó.

Eso sí, recalcó que “nunca viví algo igual. Jugué de visitante en Copa Libertadores en climas hostiles, en equipos grandes, pero nunca viví algo así en un campo de juego. No se lo deseo a nadie. Ojalá no vuelva a suceder porque son cosas que manchan el fútbol, el espectáculo y no ayudan a nadie”.

“YO Y EL EQUIPO DEBEMOS ENCONTRAR NUESTRA MEJOR VERSIÓN”

Pasando a temas futbolísticos, el campeón de la Copa Libertadores con San Lorenzo desglosó lo que han sido sus meses en Colo Colo, haciendo una autocrítica sobre su rendimiento. 

“Cuando llegué el club estaba en una situación de definición de un campeonato (Copa Chile) donde se jugaba un partido y si ganábamos, otro aún más importante. Venía sin ritmo, con una semana de pretemporada en San Lorenzo y mis compañeros entrenaban hace más de un mes. Priorizamos al equipo y me puse a disposición del cuerpo técnico. Luego me lesioné y eso produjo dos semanas sin actividad. Cuando comencé a jugar me empecé a sentir cada vez un poco mejor. Necesitaba continuidad de partidos, ritmo futbolístico. El análisis quizás es irregular, algún partido mejor que otro. En cantidad de goles uno siempre espera convertir más. Será cuestión de tener paciencia y seguir trabajando, llevo poco tiempo acá, también el rendimiento del equipo fue irregular. Es un cúmulo de cosas y no he mostrado mi mejor versión, tengo muchísimo más para dar pero no me desespero. La única forma es trabajando, entrenando día a día. Juego en un puesto donde también dependo del equipo, de la generación de juego, del funcionamiento colectivo. Con tranquilidad y esperando que cuando todo esto se resuelva, seguir trabajando para mostrar mi mejor versión pero, sobre todo, que el equipo encuentre su mejor versión, un juego que guste, que nos permita ganar y ser protagonistas”, recordó. 

“Como 9, mientras el equipo más llegue, mejor para mí. Si se repliega demasiado y tengo que jugar a 60 metros del arco, es más difícil” - Nicolás Blandi y el desarrollo de sus cualidades

“No me gusta hablar de mí, pero si tuviese que describirme soy un 9 de área, finalizador de jugadas, me gusta moverme cerca de los centrales, tratar de marcar diagonales a sus espaldas, me gustan pelotas profundas, centros de los costados y yo tratar de marcar movimientos para sacar ventaja y definir. Tampoco disfruto quedándome parado dentro del área, también me gusta retroceder un poco. En el juego aéreo trato de ayudar defensiva y ofensivamente, peinar pelotas, pero el lugar donde más ventaja puedo sacar es dentro del área o en los metros finales de cancha. Después como cualquier jugador de esas características mientras más tiempo tengamos la pelota, más fútbol se genere, más beneficio para mi juego. En Colo Colo tenemos laterales que se proyectan, extremos que desequilibran y cuando el equipo encuentre esa confianza y tranquilidad para jugar y que entendamos que debemos ser protagonistas en todas las canchas, se verá un mejor Colo Colo. Como 9, mientras el equipo más llegue, mejor para mí. Si el equipo se repliega demasiado y tengo que jugar a 60 metros del arco, es más difícil”, complementó. 

Blandi celebra un gol en el partido ante la U de Conce donde Colo Colo pudo golear y terminó empatando 2-2. Fue el estreno de este ciclo de Gualberto Jara como interino.

Blandi celebra un gol en el partido ante la U de Conce donde Colo Colo pudo golear y terminó empatando 2-2. Fue el estreno de este ciclo de Gualberto Jara como interino.

Asimismo, recalcó que “soy mucho de mirar fútbol, me gusta mirar partidos de cualquier liga, de cualquier división. Pero en este momento tratamos de poner la cabeza en otra cosa, compartir un mate, una charla, mirar una serie. Pablo tiene a su familia, yo leo un libro quizás. Y sí todos los días entrenamos, somos obsesivos en eso. Constantemente pensamos en qué hacer al día siguiente. Hablamos con nuestros kines, con el profe de Colo Colo, con los profes que conocemos de Argentina. Queremos acomodarnos rápidamente cuando esto vuelva a la normalidad”. 

“EN ALGÚN MOMENTO TENÍAMOS QUE EMPEZAR A GANAR”

El parate le llegó en mal momento a Colo Colo, toda vez que habían vencido a Deportes La Serena y luego a Athlético Paranaense por la Copa Libertadores.

“El triunfo en Serena nos ayudó, nos estaba costando mucho ganar. Veníamos haciendo partidos muy buenos como con U de Conce, pero ese triunfo nos dio tranquilidad. Después jugar Copa Libertadores, con la motivación, con el estadio casi lleno, nos hizo tener esa mentalidad de saber que no había más oportunidades. Perdimos en Bolivia y era la última oportunidad, debíamos hacernos fuertes de local, ganar, un equipo se construye con confianza, yendo partido a partido, con victorias, con buenos rendimientos. A partir de eso, el jugador va agarrando confianza, virtudes. Es una retroalimentación. Eso nos pasó, en algún momento teníamos que empezar a ganar y lo sabíamos, por el club al que representamos, por la camiseta, por la calidad de jugadores del plantel. Era no claudicar. Se produjo un parate justo cuando el equipo empezaba la levantada”, expresó el argentino. 

“Debíamos empezar a ganar por la camiseta, por los jugadores que tiene este plantel” - Nicolás Blandi, delantero de Colo Colo

Sobre la salida del anterior DT, Blandi contó que “son decisiones que toma la dirigencia. En esas cosas no podemos incidir. En cualquier trabajo donde te cambian el jefe es un momento de cambios, no sé si de incertidumbre, pero sí de volver a acomodarse con otras ideas, otros conceptos. Pero estamos acostumbrados en el fútbol a este tipo de situaciones. Así como lo hicimos con Mario (Salas), con Gualberto (Jara) nos pusimos a disposición”. 

Finalmente, comparó ligas. “No se trata de cuál es mejor o peor, pero indudablemente son diferentes el fútbol argentino y el chileno. En Argentina hay más fricción, roce, menos espacios, acá se apuesta más a jugar. Hay equipos denominados chicos o que pelean abajo e intentan salir jugando desde el arquero en todo momento. Eso es algo positivo, se intenta jugar más, más juego asociado. Cualquier equipo te puede tener la pelota. El fútbol argentino empezó a cambiar en los últimos años con algunos equipos que intentan marcar un estilo, como Defensa y Justicia, Vélez con Heinze, Tallares de Córdoba con su nueva dirigencia hace un par de años. Pero no está tan instalado como acá en Chile la intención de juego. Un equipo chico allá se te mete atrás, te reduce espacios, te juega a la segunda pelota”, concluyó.