Será el Bicentenario Lucio Fariña de Quillota el que le dará el puntapié inicial a los octavos de final de la Copa Chile. San Luis recibirá a Everton el 14 de junio y, a partir de allí, tendremos cuatro días de competencia.
¡Qué bueno que no se acabe del todo el fútbol chileno! El receso de invierno es un suplicio para los amantes de la Chilean Premier League. Es por ello que la Copa Chile viene un poco a darle sazón a esa larga espera de más de un mes.
Los tres grandes, Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, tienen modestos rivales. Mientras que el domingo 16, el Cacique enfrentará a Colegio Quillón (16.00 horas) y la UC a Glorias Navales (17.30 horas), la U esperará hasta el lunes para visitar a Municipal Puente Alto (19.00 horas).
El año pasado, fue Colo Colo el que se quedó con el trofeo, al vencer en la final a Magallanes. Y pese a que este torneo tiene muchas características parecidas a aquel del 2023, hay una gran diferencia y tiene que ver con los minutos de los juveniles.
Menor exigencia
Este año no habrá una regla única de Sub-21. En la Copa Chile 2023, se esperaba que en la planilla de cada partido hubiese por lo menos cuatro jugadores bajo las 21 primaveras. Además, se esperaba que entre ellos sumaran 130 minutos.
En la actual competencia, el sistema se modificó. Ya no se exige tener tantos Sub-21 y se matizó la apuesta por la juventud. Se optó, en su remplazo, por tener a jugadores un poco mayores.
Es por eso que la Copa Chile permitirá la inclusión de, por lo menos, dos jugadores Sub-21 en la planilla de cada equipo y dos Sub-23. Es decir, se le subió dos años de edad a, precisamente, dos de los jugadores antes exigidos.
Además, los 130 minutos de juego que los equipos están obligados a tener a sus juveniles en el campo de juego, también se amplió y hoy se exige, simplemente, que sean Sub-23.