La imagen de Sergio “Chiquito” Romero intentando agredir a hinchas de Boca Juniors dio la vuelta al mundo. Si bien la violencia lamentablemente se ha vuelto normal en el mundo del fútbol, es extraño que el ataque venga de parte del futbolista.
El arquero de los Xeneizes reaccionó de mala manera a los insultos de los fanáticos, por lo que tras perder en el Superclásico ante River Plate explotó. Desde el club decidieron suspender al jugador por dos partidos y son muchos quienes dudan que pueda seguir atajando en La Bombonera tras este hecho.
En Chile también pasa
Lo sucedido con Romero invita a recordar hechos similares que han ocurrido en Chile. Sin dudas que el más recordado es lo acontecido con Marco Sebastian Pol y un hincha de Universidad Católica en 2016. Tras recordarle a toda su familia, el atacante argentino de Audax agredió al seguidor cruzado con una patada. Pol terminó preso.
En 2013 Colo Colo pasaba por un pésimo momento y tras un entrenamiento, un seguidor encaró a Emilio Hernández por su bajo rendimiento. Lo que nadie esperaba era que el zurdo se bajara de su auto y encarara de vuelta al seguidor. Por fortuna el hecho no pasó a mayores.
En 2021 era la U el equipo que estaba en crisis. Cerca del descenso y luego de caer ante Curicó Unido como local en Rancagua, cientos de seguidores invadieron el terreno de juego. Uno de los apuntados fue Pablo Aránguiz, quien no se quedó de manos cruzadas y reaccionó a patadas para defenderse. Los guardias lo debieron sacar.
Luego de que Unión Española eliminara a Universidad de Chile en los playoffs del Clausura 2004, un seguidor azul entró a la cancha a agredir a los jugadores Hispanos. José Luis Sierra le dio una patada voladora que fue tema nacional en aquella época.
En un compilado de este tipo, no podía faltar Marco Antonio Figueroa. El Fantasma es conocido por su genio corto y también protagonizó un capítulo especial. Tras perder con Bella Vista de Uruguay por Copa Libertadores 1999, el delantero subió a la reja para encarar a los hinchas. Solo Carabineros evitó que el escándalo fuera peor.