El Campeonato Nacional está al rojo vivo no solo en la tabla de posiciones, sino también en los goleadores. Joaquín Larrivey de Universidad de Chile lidera el listado con 12 goles, pero es seguido muy de cerca por Gonzalo Sosa de Deportes Melipilla, que está detrás con 11 tantos.
El delantero argentino vive uno de sus mejores momentos como profesional junto a los potros, donde es una figura clave para John Armijo. Un presente que pudo tener otra realidad de no ser por su hija, quien vivió días complicados antes de llegar a nuestro país.
En conversación con La Redgoleta de RedGol, Sosa reveló detalles de lo que ha sido su carrera y de lo ocurrido con su pequeña. El artillero se sinceró sobre lo que ha sido su carrera desde los torneos de menor categoría al otro lado de la cordillera a la Primera División de Chile.
“Desde Argentina hasta acá hubo un camino largo. Tocó volver a pelearla, hacerme un nombre y poco a poco pude establecerme en este fútbol, que es lindo. Soy un agradecido del país y la gente que me dio la oportunidad de venir. Hoy puedo decir que he tenido una buena carrera aquí“, explicó.
Sosa se estrenó en Chile en la Primera B. “Todo el mundo quiere siempre surgir, mejorar, ir arriba. Lo tenía en mente desde que arranqué y me tocó que en el 2016 y 2017 salí goleador del torneo (en suelo trasandino), me llama Hugo Valladares que estaba en Magallanes manifestando sus ganas de que viniera. Para mí era un paso arriba, no lo dudé y me prometí que iba a forjar mi camino en Chile“.
Fue ahí que el delantero entró en su potente drama familiar. “Mi hija en ese momento tenía dos años y pasaba por una situación difícil de salud. Me vine el primer mes solo y estando acá ella era operada, fue un momento crucial, porque casi volví. Mi señora me dijo que aguantara, que estaban bien y que en un tiempo vendrían. Aguantamos con el apoyo de la gente de Magallanes y desde ahí comenzó este lindo camino“.
Sosa dio detalles de cómo los problemas de su pequeña se han ido solucionando en Chile. “Tiene una artritis juvenil, vino todavía con la enfermedad activada. Acá nos encontramos con una doctora que dio en la tecla, empezó a mejorar y hoy está espectacular. Tiene seis años, la familia se agrandó y estamos contentos“.
Finalmente tuvo una reflexión de lo que ha sido su historia. “Soy un convencido de que uno debe buscar siempre crecer o evolucionar en su profesión y como persona. Uno debe poner el alma y la vida, entregarse al 100 por ciento porque el trabajo duro termina pagando“.