Más allá de lo que pasó con la definición del título, el Campeonato Nacional tuvo una jornada histórica en la última fecha. Por primera vez en la historia de la Primera División, una mujer fue la encargada de impartir justicia en un encuentro.
María Belén Carvajal fue la árbitra que dirigió el choque entre Deportes La Serena y Santiago Wanderers, transformándose en primera en hacerse cargo de un compromiso en la máxima categoría de nuestro país. La jueza ya había tomado las riendas de un duelo masculino en la Primera B, pero en el cierre del torneo dio el salto que hasta hace algunos años parecía imposible.
En conversación con Al Aire Libre en Cooperativa, la réferi analizó lo vivido el pasado 4 de diciembre en el estadio La Portada. “Va a ser un gran hito en mi vida. Será un gran logro personal, en el arbitraje, en el fútbol y en la sociedad chilena, en dar los espacios. Siempre he dicho que la sociedad no tiene género y si somos capaces de hacer cosas,tenemos que darle para adelante“.
Para la jueza, lo clave fue que se realizó con apoyo desde la ANFP. “Más si tenemos el respaldo.Le aprovecho de dar las gracias al presidente de la federación (Pablo Milad) y al presidente de la Comisión de Arbitros (Javier Castrilli), que sin su aprobación no hubiésemos estado nosotras, hablo también de las asistentes, en el fútbol profesional”.
“Sentía que ya venía, pero siempre he dicho que las etapas hay que cumplirlas,los períodos hay que superarlos. Hay que tener las herramientas suficientes para estar en los escenarios, porque es una responsabilidad importantísima. Ser responsable de un partido, más que de fútbol, de un evento deportivo,hay que tener las herramientas. Me sentí muy tranquila y convencida con lo que estaba sancionando“, agregó.
El machismo desde su posición
Ver a una mujer dirigiendo un partido de fútbol masculino era algo que hace años atrás no estaba en los planes de nadie. Sin embargo y gracias al ascenso del fútbol femenino, este muro se fue derribando hasta que por fin se consiguió.
María Belén Carvajal sorprendió y más que en este duelo, los nervios de dirigir a hombres los tuvo en otro momento. “Para el partido que estabamás nerviosa fue el partido de Independiente de Cauquenes con Deportes Colchagua, mi debut absolutoen un partido profesional“.
“Era una responsabilidad con el género. Sentí que una mala actuación mía podía haberle cerrado las puertas a otra árbitra, pero en este punto uno confía en sus capacidades, más allá si lo haces bien o mal“, complementó.
En esa misma línea, abordó el machismo dentro de la cancha. “Nunca sentí discriminación, nunca me negaron nada. Después sentí que pusieron en juicio mi trabajo y me negaba a sentir eso. Luego hay un contratrabajo que es revertirlo, eso de que el arbitraje es solo para hombres. Desde la barra escuché gritos como “anda a lavar la loza” y eso me da pena porque no crecemos como sociedad“, dijo. No obstante, recalcó que esas palabras prehistóricas ya van en retirada. “Ya no lo escucho mucho, eso sí“, sentenció.