La controversia sobre los incentivos y sobornos, especialmente en las fechas finales de cada temporada, vuelve a aflorar en el desenlace del Campeonato Nacional. El famoso hombre del maletín no se pierde la definición y es vox populi en el fútbol chileno.

Con quince años en el profesionalismo, Cristián Basaure conoció desde dentro esta situación. Y reconoce que “lo de los incentivos pasó siempre y va a seguir pasando. Creo que hay un poco más de criterio, en el sentido de que te estimulan para ganar. Incluso entre futbolistas y entre capitanes pasó esto muchas veces. No estamos descubriendo la pólvora”, advierte.

El analista de Redgol en La Clave asume que el maletín “es tema porque empieza la cuestión subjetiva y ética, de cada persona. De alguien que diga que si te estimulan para ganar, te pueden estimular para perder. Quesi aceptaste esto, estás dispuesto a esto otro. Es complejo, apunta.

En este sentido, las palabras de Franco Bechtholdt de Curicó Unido, sobre la existencia de un “buen” y un “mal hombre del maletín”, también ingresan al debate. “Obviamente existen los dos, pero estoy de acuerdo con Bechtholdt, porque la esencia en el fútbol o en cualquier deporte es ganar”.

“Si te están motivando económicamente, es como que viniera un dirigente de tu club a ofrecer un premio por salvarte. También podríamos decir ‘oye, es tu trabajo, profesionalmente no está en tu contrato, por qué te tienen que estimular’. Y bueno, es parte de”, reflexiona el Basa.

El detalle enriquece el relato del ex jugador. “Que existe el incentivo para perder, existe. Pero que mojen a un equipo completo es muy complejo, porque hay mucha gente y se genera un conflicto adentro”, explica el Barba.

“Puede pasar que uno levante la mano y diga ‘cómo vamos a ir para atrás’. Pueden haber problemas, salir a la luz pública. Yo no creo que pueda ocurrir colectivamente, pero sí creo que debe haber existido en algún momento de manera individual, pero sin certezas es incomprobable. Tú puedes tener sospechas”, se expresa el ex defensor.

En ese sentid, asume que queda la interrogante en el tintero. “Uno no se da cuenta, o se da cuenta después: ‘Déjame ver el partido de nuevo’. Y te entran las dudas. Capaz que uno diga que este error no es casual, pero no lo sabes, es incomprobable”, completa Basaure.