Kike Acuña está dando sus primeros pasos como entrenador a cargo de la serie sub 17 de San Felipe y pese a que siempre fue criticado por los problemas que tenía fuera de la cancha, en conversación con LUN asegura que todo ha cambiado para él.

“Mi estilo de vida es súper distinto a como era hace un año. Dejé de chupar, voy a cumplir un año en diciembre. Desde que dejé el trago, por decisión propia, todo empezó a salir bien”, se confiesa.

Agregando que “mi polola quedó embarazada, se formaron mis escuelas de fútbol en Ovalle, estuve a cargo de una academia en un colegio. Me va bien en el INAF y ahora estoy dirigiendo a la sub 17 de San Felipe”.

Respecto a sus sueños, el Kike asegura que “nunca me dejó de gustar el fútbol. Me desvié un tiempo, pero son cosas del pasado. No diría que es un renacer, sino más bien el inicio de una carrera larga y exitosa como entrenador. Al menos eso espero. Cuando salí de Ovalle con 11 años le prometí a mi familia que jugaría en la UC, en la selección y en el extranjero. Y así fue”.

Y cree que también se le va a dar como entrenador. “Ahora Cuando entré a estudiar les prometí que sería técnico profesional. Quiero dirigir a San Felipe, a la UC y en algún futuro a la selección. Se ve como algo lejano, pero para mí no lo es porque es lo mismo que viví cuando tenía 11 años y todos decían que no iba a lograr mis sueños”, cerró.