Desde su retiro a finales de 1999, lo único que se sabía de Jorge Contreras era su relación con el fútbol. Pero este lunes, el ex volante y actual DT de Iberia reveló una situación desconocida hasta ahora: pasó por la cárcel.

En conversación con LUN, el técnico azulgrana se refirió a los días en que tuvo problemas con la justicia. "Nunca me había animado a hablar públicamente de lo que me pasó porque siempre he sido callado, para adentro. Pero sí, hubo momentos en que lo pasé mal en mi vida. Incluso estuve un par de veces en la cárcel", comenzó explicando.

Ahí comentó que todo comenzó tras su separación con su ex pareja. "Y lo hizo en momentos en que mi situación era más complicada porque fue a partir de mis últimos años como futbolista y cuando ya había formado con Angella, mi actual esposa, una nueva familia. Hubo un momento en que no tenía para mantener dos familias y claro, ahí empezó el acoso y las demandas", agregó.

La situación fue tal, que Coke decidió partir de nuestro país. "Eso hizo que tomara la decisión de irme de Chile, a Las Palmas donde se suponía podría rehacer mi vida en lo económico, pero no fue así. No resultó".

Los problemas lo comenzaron a atormentar desde su paso en Palestino, donde terminó su carrera y hasta donde lo fue a buscar la PDI. Y si bien logró demostrar su inocencia en ese momento, un tiempo más tarde tendría que irse detenido.

"Un día, llegando de un viaje, creo que venía hablando con Iván Zamorano y en la puerta para salir del aeropuerto me detienen dos policias y me voy detenido. Y en otra ocasión, ya retirado y al volver a Chile desde Las Palmas, me sacaron con carabineros de una casa que tenía en Las Condes. Ahí me enteré que mi ex señora me había demandado aduciendo que había dejado botados a mis hijos y que por ello había vendido mi casa. Y yo nunca dejé de atender las necesidades de mis hijos", lanzó.

La mayor pena de Contreras es que estos hechos lo terminaron alejando de sus hijos mayores y de su único nieto. "Me entero por su hermano cómo está. Y tampoco tengo relación con mi único nieto, Gaspar. Tiene tres años y lo he visto dos veces. Me duele y claro que me gustaría disfrutar de ser abuelo, pero no quiero provocar ni vivir problemas. Estoy en otra etapa", sentenció.