Christian Bravo se encuentra realizando su cuarentena en Santiago a espera de poder reintegrarse a la disciplina del histórico Peñarol de Uruguay. Este domingo, el delantero de 26 años conversó en extenso con RedGol a través del Live de Instagram.

 

Hoy ya tiene un nombre ganado en el balompié uruguayo, pero uno de los tópicos que abordó el atacante nacional fue el difícil arribo al fútbol charrúa, al que llegó a principios de 2019 como refuerzo del Montevideo Wanderers.

“No es fácil llegar al futbol uruguayo siendo chileno. Hay roces que vienen por la selección, por lo de jara. Era el único chileno. Como no televisan todos los partidos, entre los rivales hay varios mala leche que me agarraban. Eso me va haciendo fuerte, jugué toda la vida en la población. Es un lindo desafío que se tiene que tomar”, dijo Bravo.

Agregó que “pasa mucho, y a todos… es normal en los partidos que no se televisan. Si quieren pisarte los talones a la vieja escuela. Incluso son partidos distintos, porque cuando hay cámaras se no hay tanta cizaña”.

Siguió complementando: “siempre trato de representar bien a Chile, no es fácil estar en Uruguay. Ahora llegaron algunos más, pero estaba solo. Llegar a un camarín con 23 uruguayos y era el único extranjero… imagínate”.

 

Incluso el chileno debió aguantar bromas no muy simpáticas de parte de los compañeros en el camarín y desaciertos totales de los hinchas rivales en la cancha.

“Al principio las tallas que venían era ‘chileno cagón… son cagones’. Eso me decían. Como de amigos, onda ‘qué pasa, chileno cagón’, pero con doble filo, y me quedaba en la cabeza, porque amigos míos no son”, contó.

Sentenció que “cuando empezó a pasar lo del estallido y estaba en Montevideo Wanderers en el estadio me cantaban ‘chileno corrupto’. Ni siquiera sabían lo que estaba pasando en Chile ni lo que cantaban. ¡Todo lo contrario! Yo soy de barrio. Pero es parte del fútbol y he conocido gente tremenda en Uruguay. Hay buenas y malas personas”.