César Bravo estuvo mucho tiempo alejado de la elite del fútbol chileno. El recordado defensor se retiró con Ñublense en 2009, clasificado a la Copa Sudamericana, y regresó a Primera División como nuevo entrenador de Unión Española, tras la salida de Jorge Pellicer.

La mayoría de su historia se construye hace dos y tres décadas. "Era defensa central. Partí en las divisiones inferiores en Cobreloa, estuve diez años en Calama, después Everton y Osorno, me fui cuatro años a Indonesia y terminé mi carrera en Ñublense, con el equipo que clasificó a la Copa Sudamericana conducido por Fernando Diaz", explica.

En diálogo con La Redgoleta de Redgol, Bravo reconoce claras diferencias entre la generación que él integró y la actual. "Los jóvenes son distintos. Hoy en día son muy criados con servilleta, con celofán, muy delicados y siempre esperando contar con todo. En esos tiempos no se contaba con todo lo que existe hoy día", asegura.

"Ahora hay análisis de videos, antes era solamente los goles que daban. Tienes de todo: scouting, nutricionista, sicólogo, pautas de alimentación claras, hay concentración siempre -en ese tiempo sólo era para los partidos importantes- y un sinfín de cosas que en ese tiempo nos hacían fuertes", subraya.

"Si la gran cantidad de jugadores antiguos que tenían condiciones, hubiera tenido los medios que existen hoy día, quizás a dónde hubieran llegado".

César Bravo

"El jugador era aperrado. Hoy día te tocan y ya te caes. Antes el que estaba caído era porque había recibido juego rudo o tenía una lesión. Pero son detalles y todos van evolucionando. Son generaciones distintas, cada una con su tiempo y su manera de actuar", puntualiza.

Por eso, cree que los más jóvenes deben utilizar las oportunidades. "Que traten de aprovechar lo que tienen. Antes, muchos se formaron e hicieron historia sin tener nada, y ellos lo tienen todo. Que sean profesionales", implora.

"El jugador antiguo no necesitaba que el cuerpo técnico, el área médica y el área física estuvieran tan encima, nos íbamos forjando todos. Si la gran cantidad de jugadores antiguos que tenían condiciones, hubiera tenido los medios que existen hoy día, quizás a dónde hubieran llegado", reflexiona.

"Y ese es el mensaje para los chicos, que aprovechen lo que les dan las instituciones y los cuerpos técnicos, que les puede permitir cumplir su sueño y tener una carrera extensa.

El futuro es Universidad Católica
 

Después de enfrentar a O'Higgins como puntero y derrotarlo en Rancagua, Unión Española tendrá otra prueba de alto octanaje, cuando reciba a Universidad Católica el próximo sábado por la octava fecha del Campeonato Nacional.

"Complicado y lindo rival", reconoce César Bravo. "Uno siempre quiere jugar contra los mejores, enfrentarse a ellos, y medir fuerzas con los que están bien", señala.

La detención del campeonato le permitió sacar conclusiones. "Tengo que suplir la ausencia de Thomas Galdames (suspendido). Recuperamos un par de jugadores y tuvimos dos semanas de trabajo para conocerlos a todos y que traten de desarrollar lo que esperamos. La idea es que sean alternativas válidas para el duelo con Universidad Católica", explica.

Finalmente, expresa sus objetivos. "Uno en el fútbol tiene que pelearla. No se puede garantizar que uno estará arriba, si no que explotar las condiciones de los jugadores, que por algo llegaron a Unión Española", concluye el ex jugador de Cobreloa.