A menos de dos meses del inicio pactado para la próxima Copa América, con el partido entre Argentina y Chile el 13 de junio en el estadio Monumental de River, en Buenos Aires; la situación en la capital trasandina no puede ser más negativa.
“Argentina está viviendo el peor momento de la pandemia desde el 3 de marzo del año pasado. Es el momento de más riesgo”, sentenció la ministra de Salud de ese país, Carla Vizzotti; en medio de una situación con 25 mil contagios activos y casi 300 muertes diarias.
El presidente trasandino Alberto Fernández expresó su preocupación.”No quiero frustrar el espectáculo de la Copa América, lo que quiero es que seamos muy sensatos y cuidadosos.Tenemos un tiempo por delante para ver cómo evolucionan las cosas”, advirtió.
Y el mensaje traspasó rápidamente fronteras, al punto de que la prensa colombiana informó en las últimas horas que el país cafetero está en condiciones de sumar cuatro nuevas sedes a las actuales, con el fin de albergar toda la organización de la copa en lugar de Argentina.
La organización trabaja con cuatro ciudades, como son Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, y podrían sumarse las tres capitales del Eje Cafetero, Armenia, Pereira y Manizales; además de Ibagué o Pereira. De esta manera, habría espacio necesario para las diez selecciones.
Por lo pronto no existen anuncios oficiales y el ministerio de Deportes colombiano, Ernesto Lucena, aclaró que “de gobierno a gobierno no han habido comunicaciones y por ahora la Copa América sigue como ha estado pactada desde el principio”.
Chile integra el Grupo B de la Copa América y después del debut ante Argentina se enfrentará con Bolivia, Uruguay y Paraguay, detrás del objetivo de alcanzar uno de los cuatro cupos para clasificar a la fase final del certamen que en 2019 ganó la selección de Brasil.
El otro grupo tiene sede definida en Colombia e incluye al anfitrión junto al campeón vigente, Perú, Ecuador y Venezuela.