Los reglamentos de la ANFP y la Ley de Violencia en los Estadios establecen sanciones drásticas a jugadores, entrenadores, funcionarios y dirigentes del fútbol que favorezcan de alguna manera a hinchas o agrupaciones con la entrega de cualquier tipo de regalías, que no se informen debidamente y más cuando comprometen a las llamadas barras bravas.
Pero muchos y muchas se preguntan por qué para un seguidor cualquiera a veces resulta imposible comprar una entrada, ya sea mediante fila virtual o sorteos masivos, mientras algunos de estos violentos tienen la fórmula para no perderse ningún partido. ¿Tienen mucha suerte o alguien deliberadamente favorece su presencia?
Es la inquietud que ha manifestado la ANFP y que tiene de cabeza a su presidente, Pablo Milad, en una investigación para determinar si existen vínculos o relaciones que les otorgan esta facilidad a los barristas. “Cuando terminemos esta investigación, se van a llevar muchas sorpresas”, aseguró el timonel del fútbol chileno.
“Hay que ver si hay algún vínculo que les permite tener un acceso tan fácil. Estamos conscientes del problema y nos ha llegado mucha información de los clubes y especialmente los equipos de alta convocatoria”, agregó Milad en la presentación del nuevo Plan de Operaciones y Seguridad para el Fútbol Chileno.
En estas labores se encuentra Felipe de Pablo, quien lleva largo tiempo en la coordinación de eventos masivos en Audax Italiano, Universidad de Chile, la Corporación Santiago 2023 (organizadora de los próximos Juegos Panamericanos) y el Movistar Arena, una de las locaciones más concurridas para espectáculos musicales y similares.
Cabe señalar que las únicas diligencias que se conocieron a nivel público fueron las que desarrolló Universidad Católica luego del último clásico contra Colo Colo en San Carlos de Apoquindo, cuando hinchas del Cacique y de los Cruzados se enfrentaron en la tribuna oficial, aunque no existía venta de entradas para los visitantes. El tema quedó en nada.
Qué sanción tiene la entrega de entradas a una barra brava
El presidente de la ANFP, Pablo Milad, aprovechó la cita para enfatizar la necesidad del compromiso de todos los estamentos de la actividad para llevar la tarea adelante. “No vamos a lograr éxito si los entes del fútbol siguen regalándoles entradas a estos personajes”, sentenció el mandamás.
En ese sentido, el Código de Procedimiento y Penalidades es bastante claro respecto a las sanciones que pueden tener los responsables del”otorgamiento de entradas para cualquier clase de partidos (…) asimpatizantes o adherentes de su institución o de cualquier otra de fútbol profesional”.
El artículo 66° BIS establece el descuento de diez puntos de la tabla de posiciones al club que contravenga la norma, la inhabilitación por diez años para dirigentes involucrados, el despido en el caso de los funcionarios y una suspensión por diez partidos para futbolistas profesionales y miembros del cuerpo técnico.
Sin embargo, todo esto tiene una letra chica. Sólo el directorio de la ANFP, con la aprobación de 2/3 de sus integrantes, puede hacer la denuncia al Tribunal de Disciplina. El plazo es de 15 días corridos a partir del momento en el que se produjo la falta, por lo que nadie corre riesgo al menos que la investigación de Milad sea especialmente veloz.