No hay dos opiniones. El cambio reglamentario que terminó con el valor “doble” del gol como visitante en las ligas europeas le dio un sabor especial a la presente edición de la Champions League, especialmente en las rondas finales de eliminación directa. Todo el mundo aplaudió varios de los mejores partidos de los últimos años y vibrará hasta la final del 28 de mayo.
Sin embargo, en la UEFA creen tener la llave para un espectáculo todavía mejor. De acuerdo a la decisión del Comité Ejecutivo del órgano rector del fútbol europeo, a partir de la temporada 2024-25 se disputará la Liga de Campeones con un nuevo formato, que asegura ocho partidos por cada participante en una liga de 36 equipos, como reemplazo de la fase de grupos.
Estos ocho partidos -cuatro de local y cuatro de visita- serán frente a ocho equipos distintos, lo que aumentará el total de partidos disputados a prácticamente el doble (225), lo que satisface la exigencia de las cadenas televisivas y de los clubes en materia de recaudación por concepto de borderó, ya que con la fase de grupos anterior sólo se jugaban tres partidos en casa.
Posteriormente se activará la ronda final. Se clasificarán los ocho primeros equipos y los ocho ganadores de encuentros de ida y vuelta de quienes alcancen del noveno al vigesimocuarto escalón en la primera fase. Luego habrá eliminación directa en cuartos y semifinales, hasta configurar la final a partido único.
Una de las novedades está en que ya no se considerará el ránking en la UEFA para determinar la clasificación de los equipos, lo que abre la puerta para que los países que tengan un fútbol menos desarrollado, puedan tener un lugar.
Así lo señaló el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin: “La UEFA ha demostrado hoy que estamos plenamente comprometidos con el respeto de los valores fundamentales del deporte y la defensa del principio clave de las competiciones abiertas, con una clasificación basada en el mérito deportivo, en consonancia con los valores y el modelo deportivo europeo solidario”.
En el plano económico, el mandamás del fútbol europeo valoró que “el formato elegido alcanza el equilibrio adecuado, mejorará el balance competitivo y generará sólidos ingresos que podrán distribuirse a los clubes, las ligas y al fútbol de base en todo nuestro continente, al tiempo que aumentará el atractivo y la popularidad de nuestras competiciones de clubes”.
Finalmente, la autoridad destacó la consulta a todos los estamentos del fútbol antes de decidir el cambio de formato, a través de un proceso en el que “se han escuchado las ideas de aficionados, jugadores, entrenadores, federaciones miembro, clubes y ligas, por nombrar sólo algunos, con el objetivo de encontrar la mejor solución para el desarrollo y el éxito del fútbol europeo, tanto a nivel nacional como en el escenario internacional de clubes”, concluyó.