Corría el minuto 23 del partido entre el Bayern Múnich y el Tottenham por el cierre de la fase de grupos de la UEFA Champions League cuando Kingsley Coman dejó sin aliento a medio mundo.
El francés había anotado el primer tanto de su equipo y, en una carrera larga, de la nada pegó un salto que dejó a medio mundo sin entender nada. Cayó afuera de la cancha y se tapó la boca mirándose sus piernas.
En la repetición, se pudo advertir en cámara lenta que la rodilla izquierda le hizo un “juego”, como si se trabara, y no la pudo mover más.
Si bien pudo salir por sus propios medios, fue asistido porque no podía pisar y fue reemplazado por Thomas Müller. Se esperan los exámenes médicos pero desde ya se especula con la lesión articular o de ligamentos. Una pena.