Manchester City mastica la rabia por haber perdido la final de la Champions League ante el Chelsea. A nadie le gusta caer derrotado ni siquiera en un partido de liga de barrio, por lo que el golpe de no poder levantar la Orejona es bastante duro para todos los "ciudadanos".

A pesar de eso, Pep Guardiola dio una muestra de humildad. Es que para sorpresa de todos, no le hizo asco al segundo lugar. Si bien es muy normal ver a jugadores en las distintas competencias sacarse la medalla que se entrega luego de perder un partido definitorio, el DT español valoró haber estado en Portugal.

Así es como tras recibir la presea, la besó inmediatamente para sorpresa de muchos. Es que varias veces se habló de que es la medalla que nadie quiere, la del desprecio, que simboliza una derrota. Sin embargo, el catalán le mostró al mundo que estar en esa instancia es igual de valioso.

Con entereza, quiso demostrarle públicamente a sus dirigidos que han hecho un gran trabajo, por lo que hay más que aplaudir que recriminarse, de cara a lo que es el futuro del club.

“Ha sido una temporada excelente, excepcional diría yo, pero estamos tristes, tenemos que aprender de esto. Lo hemos dado todo y no hemos podido ganar, pero volveremos más fuertes”, comentó el ex entrenador de Barcelona.

Además, le puso una meta bastante ambiciosa a todo el plantel del City para lo que vendrá: “Competimos muy bien en nuestra primera vez aquí. Ahora debemos prepararnos para volver”.