Después de tres años y medio en Turquía, Robinho decidió pegar el salto de vuelta a casa: por cuarta vez, Santos lo anunció como su jugador aunque ahora bajo condiciones bastante especiales.

Y es que el Rey de las Bicicletas, bajo una campaña que el propio Peixe a impulsado como “la última pedaleada”, firmó por los próximos cinco meses con un sueldo, literalmente, mínimo: cobrará 1.500 reales cada 30 días, algo así como 190 dólares que corresponden a 150 mil pesos chilenos, una cifra un pelo por encima del salario base en Brasil.

Robinho irrumpió en 2002 en Santos deslumbrando con su habilidad. Rápidamente se hizo un nombre y en 2005 fue comprado por el Real Madrid en cerca de 30 millones de dólares.

Después de cuatro temporadas, el brasilero pasaría al Manchester City para concretar en 2010 su primer regreso a Santos, el que duró solo seis meses: se iría al AC Milan.

Santos lo tendría de nuevo en agosto de 2014, otra vez por medio año. Ahora se iría al Guangzhou Evergrande de China y su nuevo retorno a Brasil se daría en Atlético Mineiro en enero de 2016.

Su última aventura fue en Turquía, donde vistió las camisetas del Sivasspor y del Estambul Basaksehir para volver por cuarta vez a Santos a sus 36 años.

Santos en problemas “por” Huachipato

El siempre protagonista y millonario Santos espera que con Robinho a sueldo mínimo pueda tener un repunte económico, ya que vive un presente atribulado desde lo institucional.

Además de pagarle un monto simbólico al ex seleccionado brasilero, lo consiguió a costo cero, ya que venía con su pase en la mano tras su salida de Turquía.

De paso, esperan un posible castigo de la FIFA que le podría impedir contratar refuerzos durante un período indeterminado y ahí hay un chileno entremedio metido: Huachipato.

Y es que tanto los acereros como Atlético Nacional reclaman deudas por los pases de Yéferson Soteldo y Felipe Aguilar, respectivamente, lo que tiene contra las cuerdas al Peixe.