En innumerables ocasiones, Fernando Felicevich, el polémico representante de jugadores como Alexis Sánchez, Arturo Vidal o Gary Medel, ha negado ser dueño en las sombras de Deportes La Serena. Una acusación que se enmarca en el obvio conflicto de interés que existe entre una representación de jugadores y ser propietario de un club.
A Felicevich le han dicho que, a agrandes rasgos, maneja el fútbol chileno en las sombras, pero la acusación más fuerte siempre vino desde lo que ocurría al interior de Deportes La Serena. Y tras un reportaje de la Unidad de Investigación de Bio Bio Chile, se destapó el verdadero rol que cumple el argentino en los papayeros.
El reportaje se basa en lo revelado por más de 1300 paginas de mensajes de Whatsapp entre Martín Ossandón, antiguo gerente general del club, Daniel Behar, mano derecha de Felicevich y el propio representante de jugadores.
La filtración se dio porque Ossandón decidió demandar al club y dentro del contexto del proceso judicial se detalla que su relación laboral es con Felicevich y no con quien figura como propietario principal del club, Cristián Contador, un empresario de la zona, muy ligado también al representante y quien no estaba presente en el grupo de Whatsapp.
—Marko – no.
—Olivares – suerte donde vaya.
—Montoya – no.
—Barrientos – veamos.
El anterior mensaje era parte de lo enviado por Felicevich diariamente. En este caso, tenía que ver con los procesos de renovación de contrato que sostenía el club en la temporada 2020, luego de salvarse del descenso de manera angustiosa. Los jugadores en cuestión eran Marko Biskupovic, Raúl Olivares, Felipe Barrientos y el colombiano David Montoya.
Un poder, en teoría consultivo, pero que se puede apreciar en lo ocurrido por Humberto Suazo, cuando Chupete decidió dejar el club y partir a la filial de Monterrey, en lo que fue su última experiencia en el extranjero.
“—Subamos un comunicado porfa. Bien escueto y frío por favor”, señaló Felicevich en el grupo.
Dos días después, Ossandón le pidió permiso a Felicevich para mandarle un mensaje por interno al propio Chupete “mandándolo a la mierda”. Petición que fue aceptada por el representante.
“Como futbolista, creo que eres lo mejor que me ha tocado ver en mi vida, pero como persona… dejémoslo ahí. Ahora que ya no estás en el club no me interesa lo que opines”, fue lo que le mandó Ossandón al hombre venido del planeta gol.
Otro episodio se dio cuando La Serena, en la temporada 2022, se quería hacer con los servicios de Guillermo Soto. Según Ossandón, estaba todo listo, pero Felicevich demostró su lado más autoritario para criticar la labor del gerente general.
—No está firmada por Soto. Te pido que me reenvíes lo que firmó y me mandas la oferta sin su firma. No entiendo — señaló Felicevich.
—Eso es lo que está acordado. Acabo de hablar con él para que baje la app y me la mande firmada. Porque no sabía cómo hacerlo —replicó Ossandón.
—Pero ¿por qué te pido que me mandes lo que firmó y me mandas eso sin firmar? Dime que todavía no firmó nada y listo. ¿Por qué me dices el viernes “te lo mando ahora” y todavía espero el presupuesto ANFP? De verdad no entiendo. Todo cuesta el doble– cerró el Felicevich.
La situación se zanjó con un Felicevich diciéndole a Ossandón “tengamos una reunión mañana temprano en la oficina para aclarar cosas. Si entre nosotros estamos todo el tiempo con medias verdades esto se va a complicar”.
Contrario a la evidencia demostrada por la investigación de Bio Bio, en La Serena se defienden. Cristián Contador, el en teoría presidente del club, señaló al citado medio que “ni el señor Fernando Felicevich ni el señor Daniel Behar, ni ningún otro señor que me pongan en una lista toma decisiones en mi club. En mi club las decisiones las tomo yo y las decisiones que yo tomo las refrendo con mi firma, como corresponde y a la antigua”.
Contador, que cuando tomó el club lo hizo con la promesa de que algún día se lo vendería al propio Felicevich, señaló agregó que “espero que algún día Fernando se sienta con el derecho, legítimo por lo demás, a ingresar como propietario al club y dejar de ser el rol de asesor que tiene hoy día”.
El medio además intentó comunicarse con Felicevich, sin recibir respuesta, pero si conversó con su círculo íntimo. Estos señalaron que el representante no ve conflicto alguno en su labor de key account manager, como se le denomina en La Serena a su función en el club, y la representación de jugadores. Y que además lo seguirá haciendo sin temor alguno.