Sucedió un 7 de septiembre de 1986. Augusto Pinochet y una caravana presidencial transitaba por el Cajón del Maipo. El dictador volvía desde su hacienda en El Melocotón hacia Santiago, pero en la cuesta las Achupallas fue interceptado por un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), que abrió fuego contra los autos.
El resultado es más que conocido. Pinochet sólo fue herido en una mano y cinco responsables de la seguridad de la caravana resultaron muertos. El fallo en uno de los lanzacohetes y el blindaje del automóvil fueron claves en la sobrevivencia del líder de un régimen que estaba por cumplir trece años. Luego, vendrían las terribles represalias.
Pero, ¿cómo se conecta este hecho histórico con el fútbol? Si nos vamos bien atrás, todo se remonta al 18 de septiembre de 1930, cuando, en el Cerro Esperanza de Valparaíso, se funda el Club Deportivo Orompello.
De raíces italianas: Club Deportivo Orompello
Es sólo un flashback el que nos lleva a 1930 y a la Región de Valparaíso. Si remontáramos más atrás, habría que nombrar a Prá, una ciudad cercana a Génova, en la Región de Liguria, Italia. Desde allí viajó Mario Merello Parodi, fundador del Club Deportivo Orompello.
Con 95 años de historia, este club amateur concentra parte de sus éxitos en la década de los setenta, cuando contratan a Óscar Gallardo, uno de los DT más reconocidos del puerto principal. Allí, lograron ganar de forma invicta el campeonato de la Asociación Valparaíso, además de otros torneos. Época de gloria de la mano de un técnico que tuvo que ver con otros grandes futbolistas.
¿Quién es Óscar Gallardo?
Pongamos un paréntesis a la historia del Orompello y del FPMR para centrarnos en Óscar Gallardo. El técnico, famoso en Valparaíso, ha sido uno de los grandes cazatalentos que ha tenido el fútbol porteño. Su carrera ha estado ligada con la de Juan Carlos Letelier, David Pizarro, Reinaldo Navia, Carlos Muñoz e, incluso, con Eugenio Mena.
Esto, porque fue formador de las series menores de Santiago Wanderers, durante muchos años. Vio a “Juan Carlos Letelier de 17 años desmayándose en un campeonato en pleno desierto en las salitreras de Atacama, los gritos de la madre de David Pizarro en Wanderers pidiendo que no le peguen a su hijo, el desafío de convencer a un Reinaldo Navia que detestaba perder a jugar un partido de prueba para convertirse en caturro, los goles de Carlitos Muñoz o la velocidad del Eugenio Mena”, según recuerda en una nota del Desconcierto.
Volvamos al Cerro Esperanza
Óscar Gallardo lideró el grupo de jóvenes del Orompello que la rompió en los setenta. Dentro de su plantel se encontraba Mauricio Hernández Norambuena (comandante Ramiro), su hermano Iván y Fernando Larenas.
La época dorada del Orompello tuvo como protagonistas, por ende, a tres futuros frentistas del FPMR. El Loco Larenas jugaba al arco, Ramiro era lateral derecho e Iván defensor central. Ellos fueron artífices del invicto con el que el Orompello se llevó la copa de la Asociación Valparaíso en 1976. También de la revalidación, el año siguiente.
Dentro del club, estos tres jóvenes impulsaron el área cultural. Y eso que era un equipo que era reconocido por ser “momio”, como recuerda Óscar Gallardo. Los caminos de la vida: las peñas folclóricas en Orompello terminaron siendo el centro de una resistencia cultural en contra del régimen de Pinochet.
Volvamos al Cajón del Maipo
Si bien no cumplió con su objetivo, el atentado contra Augusto Pinochet pasó a la historia. En él participaron el arquero de Orompello y su lateral. Impactó al país y, sin dudas, era una señal de la resistencia que generaba una larga dictadura.
Fernando Larenas terminó con problemas de movilidad, producto de un impacto de bala. Mientras que Mauricio Hernández Norambuena sigue en la cárcel, desde donde, cada cierto tiempo, sabemos de él. Es más conocido como Comandante Ramiro.
Óscar Gallardo siempre los recordó siempre con cariño, pese a la pena que le causó el camino que emprendieron. “Me gustaría encontrarme con ellos. No les reprocharía nada, porque siempre les dije que las decisiones y el destino las forja uno mismo”, reflexionó el formador de David Pizarro en Santiago Wanderers.