El lazo entre el fútbol chileno y el fútbol argentino es histórico. Desde los inicios del fútbol profesional en nuestro país, hubo jugadores argentinos que vinieron a enriquecer el nivel de nuestra liga. Y ejemplos históricos hay por montones, con varios casos de figuras que se quedaron viviendo en Chile, inclusive.
En la década de los 90, probablemente, fue el apogeo de esa práctica. Claudio Borghi, Alberto Acosta, Néstor Gorosito y Leo Rodríguez fueron algunos de los que pisaron nuestras canchas y brillaron en Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile.
Pero con el tiempo, el nivel de nuestro fútbol bajó y con ello, el nivel de los refuerzos. Hoy en día, Chile sigue atrayendo a futbolistas argentinos, pero muy lejos de los cracks que supieron llegar en algún momento, lo que pone en cuestionamiento esa vieja costumbre de traer futbolistas de aquel país.
De hecho, es tan costumbre la cosa, que hoy en día Chile es, por lejos, el país que más futbolistas trasandinos importa a sus ligas profesionales. De acuerdo a Football Observatory, un centro de estudios ligado al deporte rey con sede en Suiza, son 138 los jugadores del país campeón del mundo que actualmente se desempeñan en nuestras latitudes.
Hasta ahí, todo bien ¿o no? La verdad es que el dato llama la atención si se toma en cuenta que nuestro fútbol dobla en el ranking a quien está segundo, España. Sí. El poderoso fútbol español tiene 70 jugadores argentinos, incluyendo sus dos divisiones profesionales.
De hecho, si juntamos a otros países limítrofes de Argentina, como Uruguay, Perú y Bolivia, recién entre los tres se alcanza una cifra similar a la chilena. 142 entre los tres. Además, otra liga que siempre busca importar jugadores de otros países, como la mexicana, solo tiene 56 jugadores che.
El estudio además muestra que en general, el futbolista trasandino emigra después de los 30 años. Si bien no está el dato sobre si en Chile se repite esa tendencia, claro está que cada vez son más los trasandinos que en la etapa final de sus carreras vienen a nuestro país, probablemente por el escaso ritmo que tiene nuestra liga.
De hecho, si tomamos como comparación el fútbol femenino, se da una tendencia diametralmente opuesta. Solo tres jugadoras argentinas se desempeñan en Primera División, demostrando que la tendencia se enmarca solo en el contexto del fútbol masculino.
Solo el tiempo dirá si la tendencia actual se revertirá en algún momento. Para hacerlo, habría que repensar la cantidad de extranjeros por equipo o regular el tema de los representantes. Lo cierto es que los futbolistas argentinos llegan a Chile en masa y parece estar lejos de frenarse.