Alexis Sánchez está de vuelta con todo. El chileno fue la gran figura del Inter de Milán en la goleada por 6-0 ante el Brescia, duelo para el que aportó con dos asistencias y un gol, pero que más allá de eso vio una de sus mejores versiones en los últimos años.
Luego de ser confirmado como titular, el tocopillano demostró que quiere ser una opción para el equipo estelar. Y se demoró solo cinco minutos en marcar diferencias, luego que recibiera un balón por derecha y metiera su primera habilitación con un centro preciso para la volea de Ashley Young.
Pero como Alexis tenía ganas de sobra para brillar, no se detuvo hasta conseguir su gol. En el minuto 19′ una falta en el área terminó en un penal que el propio Sánchez pidió para aumentar la diferencia y, con un certero remate al palo derecho de Joronen, puso el 2-0.
En solo 20′ minutos, el chileno ya había cumplido con las expectativas, pero eso no sería suficiente. De hecho, en el minuto 35′ tuvo el segundo en su cuenta personal cuando se atrevió desde un tiro de esquina y, por poco, anota un golazo olímpico que le terminaron sacando de la línea.
El Inter tomó confianza gracias a las jugadas de Alexis y se atrevió a hacer cosas que no acostumbra, lo que se reflejó en el desarrollo del partido. D’Ambrosio extendió la goleada al final del primer tiempo con un cabezazo que les permitió irse tranquilo a las duchas.
Alexis Sánchez fue la gran figura del Inter de Milán ante el Brescia. El tocopillano brilló derrochando talento y aportando con dos asistencia y un gol. Foto: Getty Images
Pero la última estocada de Sánchez todavía no llegaba. Y fue en el segundo tiempo que decidió darla. Metiendo amagues por todo el frente de ataque, Alexis terminó pateando un tiro libre que engañó a todos y encontró la cabeza de Gagliardini para poner el 4-0.
Con algunas chances más, Alexis siguió marcando diferencias y al final de los 90′ minutos ayudó a que su equipo, con goles de Eriksen y Candevra,se impusiera por 6-0. Un partido que consolida al chileno como una de las grandes figuras del Inter, que puso en sus pies la confianza que necesitaba para despertar de sus últimas malas actuaciones. Y vaya que lo consiguió.
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