El fútbol chileno se avergüenza una vez más por culpa de los tontitos de siempre. Los mal llamados hinchas se encargaron de suspender el Clásico Universitario entre Universidad de Chile y Universidad Católica por la fecha 12 del Campeonato Nacional 2023, y tras el amargo final Yonathan Andía y Cristóbal Campos intentaron alegrar un poco a la gente que llegó a alentarlos.

Ya estamos cansados de que los delincuentes tengan tomado el balompié criollo, por lo que tanto el lateral como el portero del Romántico Viajero se tomaron el tiempo de sacarse fotos y compartir con los verdaderos fanáticos que se fueron con un nudo en la garganta para sus casas después del abrupto final del choque entre la U y la UC.

 

El Estadio Alcaldesa Ester Roa Rebolledo de Concepción estaba listo para ser protagonista de una fiesta este domingo 30 de abril, en la que se enfrentarían dos de los equipos más importantes del país. Sin embargo, todo terminó en un nuevo bochorno que nos avergüenza en lo más profundo y que dejó tristes a las 23 mil almas azules que llegaron a la cancha.

Así, tras la decisión de suspender el compromiso por el cobarde actuar de encapuchados, que lanzaron bengalas y bombas de estruendo al terreno de juego, los forofos del Chuncho quedaron amargados y fueron Andía con Campitos quienes salieron a compartir unos minutos con ellos para intentar alegrarles un poco su triste retorno a sus hogares.

Solo 30 minutos alcanzaron a jugarse del compromiso entre los dirigidos por Mauricio Pellegrino y los pupilos de Ariel Holan, y son tan descerebrados los que se hacen llamar hinchas de la U que interrumpieron el partido cuando mejor jugaban los azules y comenzaban a controlar las acciones bajo el masivo apoyo de su público. Pues bien, un par de idiotas se encargar de empañar todo y darle una nueva vergüenza al fútbol chileno con la que de seguro dará la vuelta al mundo.

Así las cosas, ahora habrá que esperar a ver la decisión final que se tome con respecto a este compromiso. Azules y cruzados deben aguardar para ver cuando podrán retomar las acciones que ya habían iniciado, o en el peor de los casos se enterarán de que el choque fue suspendido y habrá que determinar un ganador.

 

Un muy amargo episodio que dejó con una profunda tristeza a los fanáticos que sí tenían ganas de ver fútbol en la región del Biobío, pero para variar los delincuentes hacen lo que quieren en las canchas de nuestro país y se toman la libertad de arruinar lo que podría haber sido un lindo espectáculo.