La gran familia del fútbol chileno está en llamas. La suspensión por falta de garantías del clásico entre Universidad Católica y Universidad de Chile en Valparaíso, por cuartos de final de la Copa Chile, dejó una huella en todos quienes presenciaron las escenas que terminaron con una serie de petardos que reventaron junto al arquero de la U, Martín Parra.

Y precisamente quien fuera durante años uno de los fogoneros del elenco azul, el legendario Horacio Rivas, pide que de una vez por todas se controle la violencia en los recintos deportivos. "Es triste, pero es la realidad", lamenta Care Pato.

Según el ex defensor, "esto se transforma en impresentable, pero creo que dentro de la desgracia provocada, nuevamente se tiene la oportunidad para el fútbol chileno de tomar medidas ejemplares. Me refiero a extirpar y erradicar completamente este tipo de situaciones en los estadios", sentencia.

En ese sentido, Rivas no tiene dobles tintas. "Una persona que agrede o que tira algo en el estadio, provocando no sólo el daño, si no que una desgracia mayor, no puede ir más al estadio. No empiecen con que lo vamos a castigar por unos meses. No entra más y listo, y al que pillan dentro del estadio con fuegos artificiales no lo dejen entras más tampoco".

Por eso, exige medidas radicales para el control de los vándalos, especialmente aquellos que ingresan pirotecnia a los escenarios deportivos. "El que va con fuegos artificiales al estadio es un delincuente, y más: es un asesino, porque esa persona puede dejar a alguien con secuencias permanentes o puede llegar a costarle la vida a una persona", completa.

Se espera que este jueves, en reunión extraordinaria del directorio de la Federación de Fútbol de Chile, se resuelva qué pasará con los 85 minutos que le quedan al clásico universitario, que ganaba Universidad Católica por 1-0 y entregará un boleto para semifinales de la Copa Chile 2022.