El invierno pasado estuvo especialmente movido para Darío Osorio. El orgullo de Hijuelas era llamado a ser la tabla de salvación de la pobre campaña de Universidad de Chile, y la dirigencia universitaria recibía a diario mensajes para establecer una cotización definitiva por el mediapunta de 18 años.

La Premier League y especialmente el Wolverhapton aparecieron entre los interesados, incluso con una visita a Chile. En definitiva y según reconocen a Redgol desde Azul Azul, sólo llegó un ofrecimiento formal del Southampton, pero muy lejos de los cinco millones de dólares que pretendía embolsarse el elenco del Chuncho por el juvenil.

El resto fueron llamados informales, propuestas de allegados a clubes y promesas de un seguimiento permanente. Ante eso, la U decidió esperar que terminara la temporada y el jugador pudiera ayudar al equipo en la lucha por eludir el descenso. Incluso se mencionó el Sudamericano Sub 20 de enero como la cita que podía catapultarlo a Europa.

Sin embargo, la decisión de retener al jugador ante el interés del Viejo Continente hoy parece controversial. ¿Mejoró Darío Osorio durante el segundo semestre? ¿Se puede decir que el jugador se valorizó en el equipo que anoche dio por cerrada la temporada a nivel competitivo con su eliminación de Copa Chile ante Unión Española?

El técnico de la U, Sebastián Miranda, reconoció que tanto Osorio como Lucas Assadi pueden seguir creciendo en el CDA. "Son tremendos jugadores, tienen proyección no sólo nacional sino que también internacional y espero se puedan desarrollar lo mejor posible, pensando que en situaciones normales se podrían haber desarrollado mejor", asume el DT.

Es que la situación de una Universidad de Chile en la lucha por no descender y con tres entrenadores en una temporada terminó por condicionar el progreso. "Les ha tocado asumir responsabilidad y en una situación como la que vivimos han demostrado. Tienen 18 años y son jóvenes, han tratado de dar lo mejor", los exculpa Miranda.

Pero el balance de Osorio que hace el entrenador es para tomarlo con pinzas. "Darío está desconectado y lo hablamos. Ha tenido muchos temas como los de una posible venta, los viajes con la selección. Es un año agotador con la selección y la U. Estoy contento con su trabajo, ha tenido una gran entrega y el club tiene que estar orgulloso", puntualizó.

Lo cierto es que el jugador deberá revisar sus apuntes para volver a meterse en la carrera por llegar al fútbol europeo. Más allá del segundo semestre en la U, la selección adulta en noviembre y la Sub 20 en enero pueden ser el trampolín. Aunque quedará en la mente la decisión de rechazar los ofertones de mitad de año.