La ley es clara. Después de las 10 de la noche nadie puede estar fuera de su hogar debido al toque de queda implantado hace casi un año, como norma para el control de la pandemia. Una medida que ha dejado muchos heridos en el camino.

Así lo sienten particularmente los hinchas de Universidad Católica, que padecerán la restricción en un momento histórico. Este miércoles ante Unión La Calera, los Cruzados pueden convertirse en tricampeones del fútbol chileno por primera vez en su historia.

"Me quedan dos de siete sillas buenas. Cierro la puerta y que nadie me moleste", dice Felipe Sibilla. Ve los partidos solo y encerrado, pero todos sus vecinos saben que es de la UC. "Y me ha tocado celebrar goles de Iquique, de Huachipato...", reconoce.

El hincha asegura que le hace "una magia negra hace cuatro fechas a Unión La Calera" y que "si este miércoles todo sale bien, iré a dar una vuelta a la manzana gritando como enfermo hasta que me reporten de Sosafe".

El encuentro entre la UC y Unión La Calera será clave para la obtención de un nuevo campeonato por parte del cuadro cruzado. Foto: Agencia Uno

El encuentro entre la UC y Unión La Calera será clave para la obtención de un nuevo campeonato por parte del cuadro cruzado. Foto: Agencia Uno

Un bombo chico

"Yo invité a todos mis amigos de la UC a mi casa. Los que no puedan quedarse tendrán que irse con cuidado para que no los pillen, pero en el estadio vemos los partidos juntos y quise mantener esa tradición", dice Mariela Asenjo.

El compromiso es que nadie celebre de antemano. "Lo pasamos muy mal por eso del cotillón, así que toda la planificación la hemos hecho para ver el partido solamente, nadie ha dicho nada del campeonato o el post. Uno dijo que quería llevar un bombo chico: estamos evaluando", asegura la hincha.

 

Gustavo Rojas quiere burlar el toque de queda. "Después del partido con La Serena le escribí a un amigo cruzado de mi trabajo y nos coordinamos para ver el partido con La Calera en su casa. Supe después que se jugaba a las 21:30, pero dije 'da lo mismo, es algo histórico'".

"Así que me fui en bicicleta y armé una ruta por calles bien tranquilas para no tener problemas a la vuelta por el toque de queda. Por la Cato he hecho muchas cosas y esta no iba a ser la excepción. He llorado y he sido muy feliz con la Cato, me ha acompañado en momentos difíciles de mi vida y sí, todo vale la pena por la Franja", expresa.

Un grupo de hinchas de la UC vio el clásico ante la U desde la cruz del Mumo Tupper, desde donde se aprecia el estadio San Carlos de Apoquindo

Un grupo de hinchas de la UC vio el clásico ante la U desde la cruz del Mumo Tupper, desde donde se aprecia el estadio San Carlos de Apoquindo

Por Zoom y con quedada
 

Marco Gatica armará una barra virtual. "Somos un grupito que ve los partidos juntos, pero conectado por Zoom. Es difícil, pero vale la pena. Yo pongo la tablet de mi hijo al lado de la tele y cantamos y todo. No es un estadio, pero algo se parece", explica.

Lo malo son las diferentes conexiones. "Pasa que hay algunos que ven el partido por internet y se enteran de los goles antes de verlos en pantalla. Y uno que se conecta desde Bélgica que no puede gritar porque están todos durmiendo allá", explica.

Finalmente, Karina Salcidua se va con todo a la casa de su hermana Pamela: "Como hay toque de queda, me tengo que quedar a dormir. Me voy con los cabros chicos, porque es importante que ellos noten que eventualmente podríamos lograr algo que no hemos tenido nunca".

Ella tampoco quiere mencionar el tri. "Encuentro terrible no poder ver un partido de campeonato tranquila, porque me emociono y me reprimo. No hay ninguna preparación hablada, pero en la interna uno igual está pensando en que quizás sí se pueda dar", completa.