Una increíble sorpresa se llevaron los fans de la serie original de Gossip Girl en el capítulo centrado en Hanukkah, en donde se produjo una anhelada reunión. 

En un esfuerzo por impulsar la carrera de moda de su madre, Audrey consiguió un par de invitaciones para una cena de Hanukkah con un miembro de la junta del Consejo de Diseñadores de Moda de América, también conocida como Eleanor Waldorf.

Margaret Colin regreso a la pantalla como la madre de Blair (Leighton Meester), pero no solamente ella,  sino que también se reunieron con Wallace Shawn como Cyrus Rose, Zuzanna Szadkowski como Dorota Kishlovsky y Aaron Schwartz como el marido de Dorota, Vanya.

Joshua Safran, el showrunner del reboot, conversó con TVLine sobre el regreso de los conocidos personajes. "Simplemente estar con ellos fue un placer, porque ellos mismos son íconos como humanos y como sus personajes!, luego agregó: "Y fue solo un salto, un salto y un salto para el resto de ellos. Estar allí para verlos fue un placer, escribir para ellos fue un placer y hacer que Margaret hablara yiddish fue un placer".

"No sé cómo sucedió, pero solo había tres judíos en el set ese día. Wally no es judío, aunque Cyrus lo es. Los tres judíos en el set éramos yo, [la coproductora ejecutiva] April Blair y mi asistente. Como ninguno de los actores era judío, tuvimos que guiar a todos en la oración. Entonces, cuando escuchas la oración en el episodio, en realidad somos nosotros cantando. Fue el episodio de Hanukkah sin judíos".

A pesar de que Leighton Meester no apareció en el episodio, los que si estuvieron entregaron detalles sobre la actualidad del personaje favorito de los fans. Eleanor se retiró del lado comercial de Waldorf Designs el año pasado, dejando la empresa a su hija, quien aparentemente pasa gran parte de su tiempo en París. También nos enteramos de que Aaron, el hijo de Cyrus, ha tenido un gran éxito, con su trabajo colgado en el Museo Whitney de Arte American.

Safran, se refirió a otro hecho de la serie original y como lo afrontaron en el reboot. 

“Lo que más me entristeció fue que tuvimos que atacar el penthouse Waldorf al final de la primera Gossip Girl”. 

Luego agregó: “Reconstruirlo solo para esta secuencia habría tenido un costo prohibitivo, por lo que tuvimos que encontrar una razón por la que ya no viven allí. Hubiera sido genial".