Netflix estrenó el documental Antares de la Luz: La Secta del Fin del Mundo, que revive los macabros hechos de una secta chilena que buscaba “salvar el mundo”. La película cuenta con la entrevista exclusiva de Pablo Undurraga, el sostén económico de la secta y uno de los pocos que cumplió una condena en la cárcel.
¿Quién es Pablo Undurraga?
Pablo Undurraga era el segundo al mando en la secta, el que la sostenía económicamente y quien dio el paso inicial para que esta se desmoronara.
Según relata en el documental, de pequeño fue un niño solitario que sufría de bullying. Cuando entró a la universidad la situación cambió, comenzó a hacer amigos y se interesó por la música. Su búsqueda por lo espiritual llegó cuando se convirtió en padre, lo que lo llevó a buscar una forma de encontrar un mundo mejor para su hijo.
Undurraga comenzó a indagar y atravesó por distintas creencias y prácticas. Así dio con Antares de la Luz, un hombre a quien admiraba y obedecía al pie de la letra. Si bien en un comienzo sus prácticas parecían ser inofensivas, con el tiempo Antares se volvió un ser autoritario que se autoproclamó como dios.
Aun así, Pablo Undurraga lo respetaba y acataba todo lo que le pedía. Pero las dudas llegaron cuando ocurrió un hecho macabro. En noviembre de 2012, una de las integrantes de la secta dio a luz a un bebé. Para Antares era el anticristo y ordenó sacrificarlo en una hoguera.
El líder de la secta había prometido que el fin del mundo llegaría el 21 de diciembre, pero esto no sucedió. Entonces, cambió su discurso y trasladó la fecha para marzo y les ordenó mudarse a Ecuador.
Así comenzaron las primeras fisuras de la secta. Al ver que las predicciones de Antares no se cumplían, algunos comenzaron a sospechar. Pablo Undurraga y su esposa, que también participaba en la secta, decidieron escapar, perdiendo así a la mano derecha de Antares y al sostén económico del grupo. Esto llevó a otros integrantes de la secta a titubear y de a poco comenzaron a escapar, uno por uno.
¿Cómo se enteró la policía de la secta?
Una denuncia anónima alertó a la PDI de lo que estaba sucediendo. El caso salió a la luz en abril de 2013 y generó repudio entre la ciudadanía.
Antares de la Luz escapó a Perú y solo dos integrantes de la secta enfrentaron a la justicia: Natalia Guerra, la madre del bebé, cumplió cinco años de cárcel y fue liberada en 2021. Pablo Undurraga, por su parte, cumplió cuatro años de prisión y fue liberado condicionalmente.