La muerte de Javier Acosta, un joven colombiano de 36 años que optó por la eutanasia tras años de sufrimiento físico y emocional, generó una ola de conmoción en Colombia. Su historia, marcada por un accidente que lo dejó en silla de ruedas y complicaciones médicas posteriores, reabrió el debate sobre el derecho a una muerte digna.
Hincha ferviente de Millonarios, el joven colombiano tomó esta difícil decisión después de enfrentar un deterioro significativo en su calidad de vida, un tema que ahora resuena fuertemente en la sociedad colombiana y el resto de América Latina.
La historia de Javier Acosta: De la tragedia a la elección de una muerte digna
Javier Acosta vivió los últimos años de su vida con un sufrimiento constante, consecuencia de un accidente que lo dejó en silla de ruedas y posteriores complicaciones médicas.
En 2019, contrajo una infección por un hongo en una piscina, que derivó en una osteomielitis y una posterior leucemia, llevándolo a enfrentar un dolor incesante y una calidad de vida cada vez más precaria.
Tras años de tratamientos ineficaces y en medio de una lucha diaria contra el dolor, Javier tomó la decisión de solicitar la eutanasia, un procedimiento legal en Colombia desde 2014 bajo condiciones específicas, que finalmente se llevó a cabo este viernes 30 de agosto.
Reacciones y debate social: La eutanasia en el centro de la discusión
La muerte de Javier Acosta no solo generó un profundo impacto emocional en su entorno cercano, sino que también provocó un amplio debate en la sociedad colombiana. Mientras algunos ven en su decisión un acto de valentía y un derecho a la dignidad, otros cuestionan la ética y las implicaciones legales de la eutanasia.
Antes de su muerte, Javier compartió su decisión e historia en redes sociales, recibiendo el apoyo de muchos, pero también enfrentando críticas. El día de la eutanasia, cientos de personas se reunieron afuera del hospital doinde se llevo a cabo el procedimiento para despedirlo y mostrar su apoyo. Al mismo tiempo, otro número importante de personas gritaba pidiéndo que no lo hiciera.
En el último video que se conoce antes de su muerte, Javier Acosta se despidió bailando, tranquilo y sereno.
Este caso ha puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad de revisar y entender mejor las leyes y regulaciones en torno a la eutanasia en Colombia, un país donde el tema sigue siendo objeto de discusión y controversia.