Preocupación causa en Estados Unidos la rápida expansión de dos subvariantes de ómicron. Por el momento se sabe que los sublinajes son más infecciosos y tienen mayor capacidad para esquivar al sistema inmunodefensivo.
Se trata de las cepas BA.4 y BA.5. Según los antecedentes de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), los dos sublinajes del covid-19 representan el 13% de los casos totales de EEUU.
Los datos aportados por el organismo señalan que hace solo una semana, ambas variantes representaban apenas el 6% de los contagios y, hace un mes, apenas existía presencia de las subvariantes en dicho país.
Todo ello apunta a un ritmo de expansión extremadamente alto, e incluso autoridades estadounidenses calculan que las variantes de ómicron podrían ser predominantes.
Fue el coordinador de la Casa Blanca para la respuesta al COVID-19, Ashish Jha, explicó que sus proyecciones apuntan que a fines del verano del hemisferio norte o inicios de la temporada otoñal (agosto–septiembre), las BA.4 y BA.5 serán las variantes dominantes en el país.
Ambas variantes de ómicron fueron detectadas por primera vez en Sudáfrica a inicios de año. Por el momento se sabe que son más infecciosas que otros linajes de ómicron y tienen mayor capacidad de eludir inmunidefensas. Eso sí, hasta ahora no se ha comprobado que puedan causar una enfermedad más grave que la propia ómicron y sus sublinajes estudiados.
Todo esto en medio de un escenario donde Estados Unidos ya desechó las medidas sanitarias como el uso de la mascarilla, lo que ayuda a que los sublinajes de ómicron se propaguen de manera aún más rápida.
Este mismo escenario ha provocado un repunte de los casos COVID-19 y muchos expertos están preocupados porque las cifras anunciadas no estarían reflejando la magnitud de los contagios.