Reinaldo Rueda no terminó conforme tras la derrota de Chile ante Argentina y centró su conferencia post partido en aquellos minutos iniciales, donde la Roja perdió el “control mental” según su análisis.

“Considero que el partido inició muy bien, con opciones alternas de los dos seleccionados, con Chile buscando hacer un buen juego, haciendo una propuesta. Quizás las decisiones del lado arbitral desenfocaron a los jugadores de Chile del juego y ese fue el pecado, habernos dejado sacar. Eso propició el 0-1, en una ingenuidad que se presentó también contra Perú y se volvió a dar. Ya con esa situación y lo demás perdimos el foco en lo que sabemos hacer. Es una pena. Cuando se centralizó la atención en jugar, Chile fue otro y no nos alcanzó para lo que queríamos. Esta instancia quizás no la merecíamos, quizás Chile cometió un pecado y fue ilusionarnos a todos, el cuerpo técnico, medios, la afición, por el fútbol que expuso, por cómo se entregaron, eso nos hizo soñar con una mejor instancia y este juego no era fácil para ninguno de los dos equipos, asimilarlo, por ahí quizás pasan esos minutos iniciales. El control mental nos jugó una mala pasada”, manifestó el DT.

“Es producto de una provocación y es una pena, porque está hablado, trabajado, he hecho mucho énfasis en eso. En mi carrera siempre me he caracterizado por traspasar control mental en las decisiones, transmito a mis jugadores, lo trabajamos y es una pena que hayamos caído en ese error de estar discutiendo para propiciar ese 0-1. Es una pena que se de eso (…) Habría que hacer un análisis más en frío. Quizás estar comprometido te puede traicionar. Perdimos el control y Argentina lo aprovechó muy bien”, profundizó.

Pero no se quedó ahí. “Todos los juegos han iniciado así, con ese carácter de imponerse, que cada equipo quiere demostrar que está ahí producto de la exigencia de la competencia y el nivel de los jugadores. Tanto Argentina como Chile fueron finalistas de las dos versiones anteriores y había esa herida sin cicatrizar. Eso se transmite de generación en generación y se vive con intensidad. Había que tener temple y eso requería un mejor comportamiento tanto del árbitro como de los jugadores, para saber que era pasajero y que después se iban a dedicar a jugar. Por ahí pasa todo. Ya fui muy claro, es una pena que suceda, que por una situación que se podría manejar de otra forma no permanezcan los dos conjuntos completos. Que el mejor jugador del mundo sea expulsado. Es una situación triste, bueno”, recalcó.

De la jugada puntual de Messi con Medel, lamentó porque “fue una situación normal, de un duelo, una disputa. Quizás se pechean, se palabrean y ya, amarilla para los dos. Me meto en situaciones que no es mi especialidad, tengo un gran respeto por los árbitros, pero era cuestión de manejo. Un buen arbitraje se distingue por terminar con los 22 hombres en la cancha. Era cuestión de manejo, de saber que esos minutos iniciales han sido así en varios juegos”.

Yendo a la cancha, analizó que “el saldo no es el ideal si lo miramos cuantitativamente. Pero si lo miramos por los antecedentes previos, por el semestre de muchos de nuestros jugadores, por cómo asumieron varios jóvenes que no habían vivido una Copa América el saldo es positivo. Entramos siendo los sextos de Sudamérica, no fuimos al Mundial, ni siquiera estuvimos quintos para ir al repechaje y hoy somos cuartos, que quizás no es el que corresponde a lo que se hizo en la cancha”.

Finalmente, Rueda comentó que “considero que si nos ilusionamos fue por el compromiso, por la mística, por lo futbolístico que expresó el equipo, por todo lo que mostró Chile. El grupo no era fácil y en las otras fases el equipo se fortaleció más. En cada juego brindó lo mejor”.