Mauricio Pinilla prometió mucho en su arranque como futbolista, por algo lo compró muy joven Inter de Milán a Universidad de Chile, aunque jamás pudo defender la camiseta de los lombardos.

Pini cometió muchos errores en sus primeras etapas como jugador, siendo amante de la noche, situación que reconocer y que lamenta cada vez que puede.

Además, el goleador de Coquimbo Unido habló del "palo de Pinilla" en el Mundial de Brasil 2014, cuando mandó una pelota al poste de Julio César en los octavos de final entre Chile y Brasil, partido que terminó ganando el Scratch en penales.

"Es un mal recuerdo, porque es una jugada demasiado importante y yo le tomé el peso mucho después. La jugada sigue y como que no pasó nada y a los 30 segundos termina el partido. Después de los penales y todo lo que pasó en la noche, empiezas a reflexionar sobre todo lo que pudo haber pasado. Yo se que estoy cagado y que esto va a ser de por vida, como el penal de Caszely", dijo el goleador a ESPN.

Pero eso no fue todo, porque Pinilla hizo un duro análisis de sus primeros años como jugador profesional en el Viejo Continente, donde le costó consolidarse.

"Yo fui egoísta con mis compañeros (de la Roja) porque podría haberme dedicado al cien por ciento y haberles dado una mano en las eliminatorias 2006, Sudáfrica 2010, cuando estaba jugando en la B italiana, pero el equipo ya estaba conformado", recordó.

La segunda opción

Pero Mauricio Pinilla tuvo una segunda opción, y gracias a su gran nivel en la Serie A, pudo ganar las Copa América con la selección chilena, anotando goles incluso en la Centenario.

Pinilla en el Calcio - Getty

Pinilla en el Calcio - Getty

"Todas esas experiencias hicieron que en la segunda oportunidad la haya aprovechado al máximo y haya conseguido participar en el Mundial, dos Copas Américas ganadas, más de 50 partidos por Selección, pero sí podría haber estado hoy día entre los 100 partidos con la Selección y con algún otro premio más en el camino", expresó.

Por último, lanzó que "los primeros años en Europa fueron prácticamente perdidos. Cuando es joven piensa que con el físico es llegar y jugar pero hay otra cosa que es de disciplina que si no lo cumples el de atrás te come. Me faltó haberme dedicado cien por ciento. Si hubiese tenido la cabeza que tengo hoy, mi carrera hubiese sido diferente, pero estoy contento con lo que pude lograr".