El 11 de junio es una fecha especial para el fútbol chileno. Un día como hoy, pero hace ya 22 años atrás, la Roja hacía su estreno en Francia 98' y regresaba a los Mundiales después de 16 años. En su primer duelo, le tocó medirse contra la poderosa Italia, pero quien se terminó llevando todas las miradas fue Lucien Bouchardeau.

 

Luego de empezar abajo en el marcador, una aparición en el área chica y un cabezazo letal de Marcelo Salas le permitieron al equipo nacional ponerse adelante en el marcador. Pero eso hasta el minuto 85', momento en que el juez cobró un polémico penal a favor de los europeos por una mano involuntaria de Ronald Fuentes tras un remate de Roberto Baggio y que significó el empate 2-2.

El hecho hizo que tanto la prensa local como internacional cuestionara la sanción y, mientras más días pasaban, más grande e insostenible se hacía su presencia en el torneo. Sin el apoyo de la organización y tras una polémica entrevista a la prensa italiana, algo prohibido en ese entonces, terminó siendo expulsado.

Ese sería el puntapié inicial al declive de su carrera como árbitro. Desde entonces, Bouchardeau se vio envuelto en una serie de declaraciones contra la FIFA y Joseph Blatter, quien confesó en su momento haber pagado al juez una suma de 25 mil dólares por "razones humanitarias" e información sobre casos de corrupción en el fútbol africano.

Todo esto le terminó costando su puesto como referí, lo que sepultó una carrera que sumó participaciones en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Copa Confederaciones 1997, entre otros. 

Luego de casi 20 años, el juez se refirió al duelo entre la Roja e Italia y le pidió perdón al país por su cometido. "Mis disculpas para Chile, fue sin intención. Nunca pensé que un país entero me odiaría. He visto muchas veces esa imagen, es lógico. Sufrí mucho, se acabó mi carrera. No quise favorecer a nadie. Vi una mano dentro del área que interrumpió un centro", dijo a El Mercurio.

 

 

Sus palabras llegaron para cerrar un capítulo en lo personal, pero no la herida que dejó en los fanáticos del fútbol en nuestro país y que se comieron la rabia de uno de los cobros más polémicos e injustos en la historia del deporte. En 2018 y con solo 58 años, perdió la vida por problemas cardiacos, poniendo fin a una historia que tuvo a Chile en boca del mundo.