Con apenas 16 años, Alexander Aravena vive la vida de un obrero que debe llevar el pan a su casa a diario. Pero su trabajo no es ese, sino que el de los goles. El oriundo de Huechuraba se levanta de madrugada para seguir su sueño de ser futbolista.
Y este martes tuvo su gran alegría. El joven ariete marcó el único gol de Chile en la victoria 1-0 de Chile sobre Ecuador, que dio inicio al hexagonal final del Sudamericano Sub 17, que entrega cuatro boletos para el Mundial de la categoría que se disputará en Brasil.
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La historia de Aravena es de esfuerzo, ya que debe alinear sus entrenamientos en San Carlos de Apoquindo con el colegio y la micro. Lo recordó su padre, Ernesto, al recibir la beca deportiva de la Municipalidad de Huechuraba.
“Todo lo que está viviendo Alexander es muy bonito, porque él es muy sacrificado. Sale a las 6 y tanto de la mañana, llega a las 9 de la noche de lunes a viernes, los sábados tiene partido. Él tiene un sueño y yo creo que lo va a conseguir”, dice don Ernesto.
Le digo siempre que vaya paso a paso, calmadito no más, que no corra más de lo que puede correr. Es el chiche de la casa, de los tíos, de todos. Ahora está en la selección y de la banca saltó a titular, es un orgullo para nosotros”, reconoce su papá.
Sus ídolos son Lionel Messi, Luis Suárez y Esteban Paredes, todos emperadores del gol. Y su sueño tiene color azulgrana.
“Me falta aún mucho camino y seguir creciendo. A seguir y ojalá cumplir mi meta, que es llegar a Europa. Tengo que seguir haciendo las cosas bien y no bajar los brazos, con la misma humildad y perseverancia para lograr jugar en el Barcelona”, completó.