Se termina el 2019 y es hora de repasos. Charles Aránguiz tuvo nuevamente un año regular en que se consolidó como el gran pilar del Bayer Leverkusen y ese jugador distinto de la Roja, que en silencio es igual o más importante que Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
El chileno abrió el año calendario como capitán de las Aspirinas en los duelos amistosos de intertemporada. En lo que respecta a su futuro el inicio de año es igual a como termina: rumores de una posible salida del Leverkusen y los constantes rumores sobre un hipotético regreso a Inter de Porto alegre.
De hecho, a mediados de año la Gazzetta dello Sport aseguró que la Roma, AC Milan, Internazionale, Napoli y el Bayer Múnich tenían en carpeta al mediocampista chileno. En marzo su ex compañero, Andrés D’Alessandro aseguró que Aránguiz “es uno de los mejores volantes del mundo”.
Pero el quitado de bulla jugador de la selección también tuvo malas. Informe Espacial reveló fotos de Aránguiz con los líderes de una banda de narcotraficantes. La madre del volante (Mariana Sandoval) salió en defensa del Príncipe: “nosotros conocimos mucha gente con el fútbol. Mi hijo tiene tantos amigos fuera y dentro del fútbol, aquí viene y juega fútbol en el barrio. Yo soy dirigenta vecinal y me tomo fotos con todos, en todos lados, y para Charles es lo mismo”.
En Copa América brilló: dos asistencias en la goleada contra Perú, una ante Ecuador, no falló en los penales frente a Colombia y en general tuvo buenas presentaciones durante el torneo en el mediocampo de Chile.
Para septiembre, el regreso de Claudio Bravo a la Roja y las ausencias de Gary Medel y Arturo Vidal de la nómina para los amistosos contra Argentina y Honduras pusieron a Aránguiz como el candidato a convertirse en el capitán de Chile. El volante se negó a portar la jineta por respeto al arquero.
Tras el estallido social del 18 de octubre, el puentealtino tomó la posta de los futbolistas comprometidos con la causa y de entrada llegó al país para el duelo contra Perú con la convicción que no se podía jugar en Lima solidarizando con las víctimas de la represión en Chile.
Su apoyo al movimiento social y las protestas en Chile le valió los insultos del ex candidato presidencial de la extrema derecha, José Antonio Kast. Aránguiz había manifestado que “no le creo ni a los carabineros ni a los milicos”.
Antes, el Príncipe se había perdido los duelos contra Colombia y Guinea. Un patadón jugando contra Leipzig le provocó una fractura por estrés en el pie derecho que lo tuvo algunas semanas fuera de las canchas.
¿La U? Aránguiz manifestó en varias oportunidades que quiere regresar al Chuncho en buena forma antes de terminar su carrera, pero todo indica que habrá que esperar al menos hasta mediados de 2020 para una mínima oportunidad.
Para cerrar el año, pareciera que Aránguiz se mantendrá al menos un semestre más en el Leverkusen. De hecho, se dio el lujo de decirle que no a Juan Román Riquelme, que lo contactó para llevarlo a Boca Juniors.