La selección chilena dio una prueba de alta exigencia en la Copa América, aun con la derrota en semifinales ante Perú. El equipo que no había mostrado buen nivel antes del certamen en Brasil, hoy ve brotes verdes en su rendimiento.

La saludable aparición de hombres como Guillermo Maripán y especialmente de Erick Pulgar, más el aporte de otros más veteranos como Gabriel Arias y Pedro Pablo Hernández son una buena señal para el próximo desafío, las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.

Sin embargo, hay tres posiciones en las que no se ve recambio alguno: los dos laterales y el centrodelantero tomaron en esta Copa América un cariz de primera necesidad, a la vista de los rendimientos de Mauricio Isla, Jean Beausejour y la ausencia de un goleador.

 

Las bandas son casos similares. El Huaso tiene 31 años y Bose 35. Ambos son aporte de mitad de cancha hacia arriba, pero han evidenciado problemas en lo defensivo. Paulo Díaz y Óscar Opazo, ambos fuera de posición, fueron sus relevos transitorios.

Lo peor es que no se ven muchas cartas jóvenes en esas posiciones, por lo que se debe usar la imaginación. ¿Tres defensores y cinco volantes? ¿Isla y Beausejour de extremos delante de Díaz y Opazo? ¿Tiraje a la chimenea?

Son las incógnitas que debe resolver Reinaldo Rueda de aquí a marzo, cuando se prevé el inicio de las nuevas eliminatorias. Pero si de urgencias se habla, el 9 del equipo es un déficit mucho más peligroso.

La falta de gol volvió a complicar a la Roja. Suma tres partidos sin goles (0-1 ante Uruguay, 0-0 con Colombia y 0-3 frente a Perú) y Eduardo Vargas no tiene el mismo rendimiento ante selecciones sudamericanas.

 

Por ejemplo, en Copa América anotó doce goles pero los últimos ocho fueron a equipos invitados: México (4), Panamá (2) y Japón (2).

Las dudas de Nicolás Castillo, quien entró al final del partido que Chile perdió con Perú, no hacen más que alertar sobre la carencia de nombres en la posición del 9. Felipe Mora, Diego Rubio y Junior Fernandes es lo poquito que ofrece el panorama.

Son las incógnitas que, después del primer desafío por los puntos del Profe Rueda, parecen hoy dominar el horizonte de una selección que no puede quedar fuera de un Mundial por segunda vez consecutiva.