Charles Aránguiz estuvo muy cerca de haber agrandado su historia con la selección chilena al participar en otro Mundial.

A poco tiempo de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, el Príncipe había completado la preparación en Juan Pinto Durán como parte de los 30 preseleccionados para la cita planetaria, pero una lesión lo obligó a bajarse del equipo cuando era nombre seguro para Marcelo Bielsa.

A casi diez años de ese Mundial, el Príncipe contó detalles de la charla que tuvo con el DT rosarino antes de la convocatoria oficial a Sudáfrica: "Recuerdo que me tenía considerado en la nómina inicial. Lo que pasó fue que estaba lesionado y si él me esperaba hasta que empezara el Mundial, yo llegaba".

"Me llamó un día a su oficina y me comentó que el doctor le había informado que yo podía volver a los entrenamientos. Le dije que sí y ahí me dice que me necesitaba ya. 'Como usted no está para entrenar, lamentablemente quedará fuera del grupo y tendré que darle su lugar a otro compañero', me dijo el Loco, así que soné", confesó en conversación con LUN.

No fue la única vez que Bielsa se quedó con las ganas de dirigir al Príncipe. Años después volvió a la carga por él cuando estuvo al mando de Olympique de Marsella (2014-2015) y el chileno pertenecía a los registros de Internacional de Porto Alegre.