La vida de Maxim Naumov e Isabella Aparicio cambió para siempre el 29 de enero. Ese día, en un trágico accidente aéreo cerca de Washington DC, perdieron a sus padres.
La tragedia, que sacudió a la comunidad del patinaje artístico, los encontró en la pista de hielo hace solo unos días, donde rindieron un homenaje desgarrador durante el evento benéfico “Legacy on Ice”.
El dolor de Maxim Naumov
Maxim, con apenas 23 años, se vio en el hielo sin sus padres, los entrenadores Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, quienes murieron en el trágico choque entre un avión y un helicóptero.
Pero, en lugar de retirarse, se armó de coraje y, patinando al son de la canción favorita de sus padres, cayó de rodillas al final de su rutina.
La sala entera quedó en silencio, hasta que el público, al borde de las lágrimas, lo aplaudió de pie.
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El tributo de Isabella Aparicio
Isabella, una joven de 13 años, también vivió su propio tributo. Al igual que Maxim, perdió a su padre Luciano Aparicio y a su hermano Franco, en ese fatídico accidente.
La joven patinadora se lanzó sobre el hielo, tocando “Canon en D” de Pachelbel, la melodía que su papá amaba. Al terminar, no pudo contener su dolor, cayendo al suelo y cubriéndose el rostro con las manos.
En un momento tan crudo, el público la levantó con una ovación que no solo fue para su actuación, sino para su valentía al enfrentar la tragedia.
Legacy on Ice
Ambos patinadores fueron parte de “Legacy on Ice”, un evento benéfico que reunió a leyendas del patinaje como Ilia Malinin y Kristi Yamaguchi, quienes no solo patinaron, sino que compartieron su apoyo a Maxim e Isabella en un día que, más allá de las actuaciones, fue un tributo al amor, la memoria y el dolor compartido.
Patinadores saludan durante Legacy On Ice (Getty Images).
