Nicolás Jarry entiende que en el primer nivel del tenis no alcanza solamente con el talento. Por eso confesó su preparación sicológica y en terapias de hielo para mejorar su rendimiento.
En el capítulo de “IKI, conocer para mejorar”, programa que Kika Silva conduce desde la cocina de su casa, compartió con la comunicadora y con Alan Earle, el Iceman chileno.
Jarry confesó su experiencia en terapia, algo a lo que llegó gracias a su esposa Laura Urruticoechea. “Empecé con un psicólogo, que me está ayudando, esto por mi señora que me pidió que fuera. La primera sesión fue como Harry Potter, sacó algo mío de adentro muy profundo”, manifestó.
“Soy de una mente muy abierta, indagué más y Novak Djokovic es el primero que habla de todo esto. El tenis es un deporte muy masculino, muy fuerte, de siempre hacer, de pedirte más, esforzarte más, entrenar más horas. Y durante un tiempo, yo hice eso, pero no estaba bien mentalmente”, aseguró Nico Jarry.
Por lo mismo es que dijo “vamos un poco a mirar este otro camino, un poco más de confianza, un poquito más de fe, un poco más de espiritualidad. A ver cómo me afecta, cómo me voy sintiendo y he tenido buenos resultados. Cada vez tratando de incorporar más a la rutina todo lo que es meditación, escribir, terapia de agua fría, saunas y tratar de ir mezclando todo este mundo más espiritual, más de fe”, sostuvo.
Las terapias de hielo de Nico Jarry
En lo físico, Nico Jarry asegura que experimenta baños de hielo en el circuito. “Todos los torneos de tenis ahora tienen por obligación baños de hielo, de agua fría para recuperación. Lo usamos más para las piernas por un tema físico, yo intento usarla cuando tengo las ganas o las fuerzas de meterme hasta arriba”, comentó.
Piensa que con estas cosas “me voy sintiendo mejor, estoy más tranquilo, tengo una mejor relación conmigo mismo, tengo una mejor relación con Laura (su esposa), con mis papás, con mis amigos, lo paso mejor dentro de la cancha y también los resultados acompañan. Entro a la cancha un poco más tranquilo de lo que siempre he entrado”.
También incursiona en la meditación. “Las respiraciones que hago son más de meditación, en la cancha o en la mañana al levantarme, son más para estar en el presente, para relajar. Con sólo respirar y estar consciente de la respiración, ya bajo la ansiedad y ya puedo pensar mejor en la siguiente jugada o punto”.
Finalmente expresó Jarrt que “lo que siempre he valorado de mí es que si siento que si a algo le tengo miedo, me obligo a hacerlo cueste lo que cueste. Hacerlo por mí. Es tratar no más. Creo que lo que más he aprendido de este año, es tratar de ser más fiel conmigo mismo, escucharme más y atreverse a hacerlo”.