El año tenístico empezó con el foco afuera de la cancha, porque el serbio Novak Djokovic (1º de la ATP) se lleva todas las miradas, tras llegar el pasado 5 de enero a Australia, y que su ingreso fuera negado en Melbourne.

La historia es la siguiente: el europeo es antivacuna, y para que ingresara al país oceánico le dieron una exención especial, sin embargo su documentación tenía un error, por lo que fue negado su ingreso al país y fue enviado a un hotel para refugiados.

El gobierno de Australia le permitió este lunes entrar al país a Nole, no obstante, su caso está lejos de terminar, porque existe la fuerte opción de que igual sea deportado.

El ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, considera utilizar sus poderes especiales que tiene gracias a su cargo, y quiere deportar al balcánico.

“La última información es que quieren detenerlo”, dijo Djordje Djokovic, hermano de Novak, a la radio TV Prva.

De esta forma el caso no está totalmente cerrado y no se sabe si Novak Djokovic pueda jugar el Abierto de Australia, que arranca el próximo lunes en su main draw.