El primer Grand Slam de la temporada llegó a su fin en el cuadro femenino, porque el Australian Open tiene nueva monarca, ya que la japonesa Naomi Osaka (3ª) empieza a hacer historia en el deporte blanco.

Osaka, de padre haitiano y madre japonesa, empieza a escribir su nombre con letras doradas en el mundo del tenis, ya que obtuvo su cuarto título de major, luego de vencer sin problemas este sábado a la estadounidense Jennifer Brady (22ª).

La jugadora nacida en Osaka se impuso tras apenas una hora y 15 minutos de juego, por un claro 6-4 y 6-2, para levantar por segunda vez el título en Oceanía, tras el el que obtuvo en 2019.

"No pude jugar mi último Grand Slam con público, así que ver a toda esta gente en la grada significa mucho para mí", dijo Osaka tras ganar el encuentro.

Naomi Osaka sigue en una gran racha en el circuito femenino, porque sumó su partido número 21 ganando de forma consecutiva, lo que le ayudó a ganar el último US Open y ahora el Abierto de Australia.