Este domingo Daniil Medvedev (2° del ATP) cayó en la final del Australian Open frente a Rafa Nadal (5°) tras cinco largos sets.
Tal como en todo el torneo, el tenista ruso tuvo una mala relación con el público que estuvo evidentemente apoyando en su mayoría al manacorí, quien conquistó su 21° Grand Slam.
Durante el partido, Medvedev se desahogó con el referee y exclamó: “Cerebros vacíos… ¡sus vidas deben ser muy malas!”, refiriéndose a los aficionados. Y pidió mayor silencio: “Hay que decir algo más que ‘por favor’, que esto es una final de Grand Slam”.
Luego, en conferencia de prensa, el ruso se mostró triste por el trato que recibió del público desde que enfrentó al local Nick Kyrgios en segunda ronda, oportunidad en la que fue abucheado.
“En el quinto (set), un chico dijo ‘vamos Daniil’ y todos le mandaron a callar. Es muy triste. No sé si jugaré al tenis cuando pase la treintena. El niño que soñaba dentro de mí ya no está y así es duro”, señaló apesadumbrado.
“Voy a empezar con la historia de un niño que soñaba en grande. Cogí mi primera raqueta con seis años y soñaba con los escenarios más grandes. Hoy ese niño ha dejado de soñar”, expresó.
Finalmente, sobre la remontada de Nadal, comentó: “Él fue muy fuerte, aunque no se ha entrenado mucho. No tengo muchos arrepentimientos en cuanto al tenis que he jugado. Voy a trabajar más fuerte. No estoy decepcionado con mi tenis”.