Era la única actividad deportiva que se resistía a parar del todo, más que nada por petición de los propios gremios como jinetes y trabajadores. La hípica seguía corriendo, aunque a puertas cerradas, pero todo se terminó.
Tras el decreto de cuarentena total en siete comunas, tanto el Club Hípico como el Hipódromo Chile decidieron “bajar” sus reuniones venideras hasta nuevo aviso. Ambos reductos están en comunas donde regirá la medida: Santiago e Independencia, respectivamente.
“Club Hípico de Santiago, en concordancia con las medidas adoptadas por el Gobierno de Chile en relación al brote de COVID-19 y el estado de catástrofe nacional que rige a nuestro territorio, deberá suspender sus jornadas de carreras a contar de esta fecha y por el tiempo que dure la cuarentena”, comunicaron desde Blanco Encalada.
Por su parte, el Hipódromo Chile puntualizó que “las medidas y disposiciones dictadas por el Gobierno, y en especial por la autoridad sanitaria en el estado de catástrofe. La decisión anterior, hemos debido adoptarla, a pesar del esfuerzo realizado para poder mantener vigente la actividad y el trabajo indirecto que genera el desarrollo de las carreras y el fomento de la raza caballar”.
En el caso del Valparaíso Sporting Club y el Club Hípico de Concepción ya se había detenido la actividad por la dificultad en los traslados.