Luego del cobarde ataque sufrido por el bus de Boca cuando intentaba enfilar hacia el Estadio Monumental, varios jugadores llegaron con diferentes molestias al camarín visitante.
El que sacó la peor parte fue Pablo Pérez, capitán de Boca Juniors, que terminó con el ojo izquierdo totalmente inflamado y heridas causadas por las esquirlas de vidrio en su pierna derecha.
La gravedad de las lesiones obligaron a trasladar al jugador a un centro médico cercano.
¿En serio van a jugar?
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