En el partido entre el Celtic y el AEK Atenas por la fase preliminar de la Champions League, el jugador Olivier Ntcham pisó por casualidad el spray que el árbitro usa para marcar la distancia de las barreras.
Un descuido del referee que le pudo costar caro al equipo griego, pues la explosión del artefacto generó confusión al estilo de una bomba de humo.