Santiago Wanderers mantendrá la tradición de su mítico loro como mascota y los encargados de perpetuar el legado del fallecido Osvaldo Soudre será David Gutiérrez y su hijo Matías.

Osvaldo Soudre dejó de existir en 2012 dejando con su partida la triste ausencia del Loro de Wanderers en el estadio Elías Figueroa. Gutiérrez y su pequeño hijo se animaron y tienen todo listo para “ponerse las plumas” como dupla.

 

“Esta idea la venimos trabajando desde octubre. Yo trabajé con Osvaldo, el antiguo Loro, allá por el año 98. Fue una experiencia muy bonita. Yo le cargaba los extintores y el traje. Ahora que falleció, y como nadie ha hecho lo mismo que él, me animé a hacerlo”, contó David Gutiérrez a La Estrella de Valparaíso.

El padre ya fue la mascota en el duelo contra Rangers el reciente fin de semana, pero el hijo no pudo por un paseo. La idea de ahora en adelante en conformar la dupla en todos los partidos de local y explica cómo se gestó al Lorito Matías. 

“Él se quería disfrazar de lorito para Halloween. Yo le hice el traje y después me dijo que se iba a disfrazar de otra cosa, así que me había quedado con el traje en la mano”, expuso.

Añadió que “a la semana de eso jugaba Wanderers con San Marcos de Arica, y lo llevé disfrazado de loro. Ahí lo empezaron a grabar y tomarse fotos. Se hizo famoso y nos contactamos con el club para ver la posibilidad de revivir la tradición del Loro de Wanderers”.

Complementa: “Matías iba a salir con el traje, pero tenía que entrar a la cancha conmigo porque es chico. No podía ir yo de civil y él como loro, no iba a pegar. Además tenía que enseñarle todo lo que tenía que hacer. Me hice un traje. Gracias a la gente estamos haciendo esto. También agradezco al club que nos da la oportunidad”.

Por último el nuevo Loro de Wanderers, papá, sentencia que “esta es una tradición bonita, me gusta mucho. Yo hago todo lo que hacía el Loro: primero tengo que alentar a los Panzers, después irme a Andes, Galería Sur, Palco y después al medio. Desde que Osvaldo no está la barra tenía que gritar el ‘eseaene’. Ahora volverá a sonar al unísono”.