Robert Lewandowski buscaba romper el maleficio. Y deshacerse de una mochila tan pesada. El capitán y máximo goleador de Polonia no había conseguido anotar en un Mundial. No pudo conseguirlo en los tres partidos que disputó en Rusia 2018 y no había podido hacerlo en el debut en Qatar 2022, donde dispuso de una ocasión inmejorable para eso.

Pero el Memo Ochoa tapó el penal del delantero del Barcelona y ahogó un grito que se hizo esperar mucho. Pero que llegó este sábado 26 de noviembre, en la segunda jornada del Grupo C. Eso sí, contó con mucha ayuda de un rival para conseguir el objetivo de anotar su nombre en la lista de artilleros en Copas del Mundo.

 

Fue el "8" de Arabia Saudita, Abdulelah Almalki no pudo controlar de buena manera el balón. Y para colmo suyo, se lo dejó servido al ex atacante del Bayern Múnich, quien se tomó un tiempo para elegir dónde era mejor definir. Y lo hizo con un zurdazo rasante que desató una alegría contenida que se transformó en un llanto feliz. Fue el 2-0 definitivo de la escuadra que en la fase final de su preparación venció a la Roja de Eduardo Berizzo. 

Lewa se deslizó por el césped y dejó su cara apoyada en el césped del estadio Education City de Al-Rayyan. Si bien no se enfocó el momento del llanto, pues el ariete de 34 años fue precavido y se tapó con el pasto, una vez que la montaña de polacos que se abalanzó sobre el capitán salió de encima del "9", quedó claro que varias lágrimas habían pasado por los ojos del oriundo de Varsovia, quien fue compañero de Lucas Barrios en el Borussia Dortmund. 

 

Minutos después, el ex ariete del Lech Poznan pudo celebrar por segunda ocasión, pero esta vez, Mohammed Al Owais estuvo presto para ganar el duelo en el achique e impedir otro tanto más del temible artillero. Pero el primero, que dicen que es el más difícil, llegó por fin...