El 1 de octubre de 2022 quedará grabado para siempre en la historia del fútbol de Indonesia. Ese día, luego del triunfo por 3-2 que el Persebaya Surabaya le propinó como visitante al Arema FC por la 11° jornada de la primera división de aquel país, hubo incidentes gravísimos, que terminaron con al menos 174 personas fallecidas y al menos 200 heridas. 24 de los fanáticos que perdieron la vida en esta tragedia lo hicieron dentro del estadio Kanjuruhan, según contó el jefe de la policía de Java Oriental, Nico Afinta.
Todo esto fue presenciado por un chileno, quien es el director técnico del derrotado equipo local, que marcha en el 9° puesto de la tabla. Las referencias son para Javier Roca, un DT de 45 años que fue mediocampista surgido de las inferiores de Colo Colo e hizo la gran parte de su carrera en suelo indonesio, donde hasta agosto de este año dirigió al Persik Kediri.
En una conversación con la radio ADN, Roca dio algunos detalles de lo horrible que fue vivir tan cerca momentos tan dramáticos. “La situación es tremenda, nos dimos cuenta de que había muertos cuando sacamos los cuerpos hacia los camarines”, afirmó el estratega del Arema FC, que tuvo en el doblete de Abel Camará un consuelo que no bastó en el partido, aunque el resultado pasó a un quincuagésimo primer plano, por cierto.
“Nadie previno que se jugara con tanto público”, contó el entrenador chileno nacido el 9 de agosto de 1977 en Santiago en alusión a los 42 mil espectadores que llenaron el recinto. “Nuestro club pidió que el partido no fuera de noche en pro de la seguridad. Esas cosas no se hicieron y ahora estamos buscando culpables”, añadió el director técnico, quien tiene más o menos claro cuáles fueron los problemas que ocasionaron una violencia tan cruda.
Javier Roca: “Acá falló todo: el horario, la capacidad y la forma de represión”
El director técnico del Arema FC tiene un diagnóstico de la situación. Algo había dado a entender con el aforo permitido para el encuentro. “Acá falló todo. Desde el horario del partido, la capacidad y la forma de represión.El actuar de la policía no fue el adecuado,no era una estampida de hinchas del futbol. Habían niños y mujeres que fallecieron por asfixia, no debieron ocuparse bombas lacrimógenas”, expresó Javier Roca, para darle una clara cuota de responsabilidad a los uniformados.
“Nuestra hinchada son puros niños de 15 años,arman un poco de desorden,pero no espara haberlos golpeado de esa manera. Nunca hubo intención de ir a enfrentar a la policía”, añadió el santiaguino, quien deberá afrontar el futuro inmediato con la suspensión de la liga, que no se jugará hasta nuevo aviso. También, evidentemente, habrá una sanción para el club por haber sido el local.
Roca llegó a Indonesia en 2003 y admitió que todo esto ha provocado un shock grandísimo. “Ni siquiera he pensado a volver a entrenar. Mañana voy a reunir a los jugadores y ver a la gente que sigue hospitalizada para acompañar a la gente más cercana que falleció.No sé si tengamos la fuerza para seguir jugando”, cerró al respecto de una tragedia que tiene de luto al mundo.