Stoke City venció 2-1 al Derby County en la segunda divisón de Inglaterra y lo más curioso se vivió cuandoBradley Johnson mordió a Joe Allen en la cara del árbitro y sólo recibió tarjeta amarilla.

El juez central vio toda la acción y no atinó a expulsaro. Se espera que la FA actue de oficio y sancione al volante inglés por la fea acción que se dio en el terreno de juego.

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