La salida de Sergio “Checo” Pérez de Red Bull Racing ha sido uno de los movimientos más impactantes en la temporada actual de la Fórmula 1.
Sin embargo, no solo su desvinculación de la escudería austriaca está dando de qué hablar, sino que también la considerable suma de dinero que el equipo deberá desembolsar en concepto de indemnización.
Una suma millonaria para Checo Pérez
A pesar de haber renovado su contrato con Red Bull en junio pasado, el piloto mexicano habría sido informado de su salida durante las últimas pruebas de la temporada en Qatar y Abu Dhabi.
Esta decisión implica que Red Bull Racing deberá cumplir con el año restante de su contrato, lo que se traduce en una indemnización de 14 millones de dólares, algo así como 13,8 mil millones de pesos chilenos.
Aunque algunos rumores apuntaban a una cifra superior, cercanos a los 20 millones de dólares, fuentes confiables han confirmado que la cantidad exacta ronda los 14 millones.
Un futuro fuera de la Fórmula 1… por ahora
Con su salida de Red Bull confirmada, Checo Pérez no tiene un asiento asegurado en la parrilla de la Fórmula 1 para la próxima temporada.
Sin embargo, lejos de retirarse del automovilismo, el piloto mexicano ya está explorando nuevas oportunidades. Las negociaciones con Ferrari para participar en el Mundial de Resistencia (WEC) están en una fase avanzada, y podría debutar en la categoría de Hypercars.
De concretarse el acuerdo, Pérez participaría en carreras emblemáticas como las 24 Horas de Le Mans, regresando a una escudería que fue parte de sus inicios en el automovilismo como miembro de la Academia Ferrari.
Una pausa estratégica
A sus 34 años, Checo Pérez se encuentra en un momento crucial de su carrera. Aunque el 2024 podría ser un año de transición en una categoría diferente, el mexicano no descarta regresar a la Fórmula 1 en el futuro.
Con las nuevas regulaciones y la llegada de Cadillac F1 en 2026, sus posibilidades de retornar a la máxima categoría siguen abiertas.
Mientras tanto, Pérez planea dividir su tiempo entre Guadalajara (México) y Madrid, disfrutando de un ritmo de vida más relajado pero sin abandonar el automovilismo de alta competición.